Carmena se anima a reformar todo el Palacio de Cibeles
La alcaldesa de Madrid no sĂłlo quiere albergar a un batallĂłn de funcionarios en la antigua planta noble de GallardĂłn, para ahorrar en alquileres, sino que propone la reforma de 68.000 metros cuadrados llenos de salas para visitas
El Palacio de Cibeles abruma, y no es para menos. Cuando el ex alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, sus asistentes, escoltas y su mayordomo personal llegaron a la antigua sede de Correos, el ayuntamiento tuvo que desembolsar 500 millones de euros.
Con 68.000 metros cuadrados, los trabajadores se pierden en enormes pasillos, salas y estancias vacías o semivacías. Hasta la propia Manuela Carmena se despistó al llegar en su primer día de trabajo. Había entrado por la calle de Montalbán cuando el despacho de la alcaldía, de 80 metros cuadrados, similar al del despacho oval de la Casa Blanca, tiene una entrada directa por la calle de Alcalá.
Concejales amedrantados por el espacio
Los concejales de Ahora Madrid no sólo están impresionados por lo que están encontrando en los cajones de los despachos, sino también en los espacios del inmueble, según aseguran fuentes del grupo municipal. El Palacio les queda grande, tanto que hasta los amedrenta. El ayuntamiento quiere llenar de funcionarios los espacios concebidos por Gallardón en la cuarta planta.
Un primer esbozo preliminar de un arquitecto municipal calculó que 400 trabajadores podrían ser albergados en los espacios de uso exclusivo del ex alcalde, tal como publicó este medio. Pero la reforma de la planta de alcaldía no es la única contemplada por el equipo municipal. Manuela Carmena ha encargado a los arquitectos municipales la elaboración de un proyecto para una reforma que afectará a todo el edificio. La alcaldesa quiere eliminar despachos y crear ambientes de trabajo abiertos donde los jefes interactúen con sus equipos.
6.000 metros por empleado
«Tiene un uso poco eficiente. Hay demasiados espacios destinados a salas de visitas. Como si tuviésemos muchas visitas a la vez. Nos sentimos solos. Estamos intentando un uso más adecuado y seguramente estará mucho mejor utilizado con los empleados municipales», explicó este jueves la concejal y portavoz de Ahora Madrid, Rita Maestre (Podemos).
Pero no sólo son salas de visitas. Hay demasiados baños y pasillos. El Palacio de Cibeles apenas alberga a 950 empleados, según los cálculos de los sindicatos, unos 6.000 metros cuadrados para cada trabajador. El resto de empleados municipales, unos 25.000 están desperdigados en edificios de toda la ciudad. La dispersión obliga al gobierno municipal a pagar por alquileres por inmuebles enteros.
Estudio incipiente
El equipo de la alcaldesa ya ha visto el primer informe de los arquitectos municipales, pero insiste en que se trata de un estudio incipiente que debe pasar por varias fases, revisiones y consultas. La decisión está tomada: el palacio albergará a una buena cantidad de funcionarios pero aún no se sabe cómo ni cuántos ni cuándo.
Algunas concejalías, instaladas en edificios que podrían albergar a un ministerio entero, tienen alquileres blindados. Economía y Hacienda paga 18.200 euros al día por el edificio número 45 de la calle de Alcalá, según los últimos datos aportados por el concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato.
Racionalizar alquileres
Ese, precisamente será el reto del nuevo equipo municipal: armar un nueva estructura para racionalizar el enorme gasto en alquileres en una administración que tiene más de 800 edificios vacíos. En 1917, los revolucionarios rusos tomaron el Palacio de Inverno, en San Petesburgo, para acabar con los símbolos de la opulencia zarista. Casi cien años después, en el Palacio de Cibeles, podría ocurrir algo similar pero con apacibles funcionarios municipales.