Carles Manté, ex director del CatSalut, asume que creó una consultoría para ganar más de 13.000 euros al mes de una empresa pública
El directivo, imputado en el caso Innova, admite una "endogamia" en el sector sanitario
El ex director del Servei Català de la Salut (CatSalut) entre 2004 y 2007, Carles Manté, no ha tenido reparos en mostrar todas las posibilidades del modelo sanitario catalán. En su comparecencia en la comisión de investigación del Parlament, Manté ha considerado que, al final, se podrá restituir su honor, después de ser imputado por el presunto desvío de fondos en su favor desde la empresa municipal Innova, en Reus.
Manté, imputado junto al ex presidente del Institut Català de la Salut (ICS) y ex director general de Innova, Josep Prat, por presuntos delitos de malversación, estafa y tráfico de influencias, llegó a estar detenido durante unas horas, junto a Prat, en el mes de febrero.
En su explicación, Manté ha asegurado que, cuando fue sustituido al frente del CatSalut, por la ex consellera Marina Geli, tomó la decisión de crear una empresa propia, CCM Estratègies i Salut para ejercer de consultor en los últimos cuatro años de vida profesional, antes de acceder a la jubilación.
Trayectoria profesional
Y en esa nueva etapa aspiró a cobrar más de 13.000 euros mensuales de la empresa municipal Innova. El directivo considera que no hubo incompatibilidad con Innova, aunque hubiera dirigido previamente el CatSalut. En ese momento de su carrera profesional, Manté afirma que se merecía cobrar ese sueldo por Innova, que, en total, le llegó a pagar 720.000 euros entre 2007 y 2011. El ayuntamiento de Reus encargó un informe sobre esos pagos, con la conclusión de que los trabajos que, supuestamente, merecían ese salario, no existían.
Manté lo negó este lunes en el Parlament, asegurando que hizo labores de asesoramiento en el ámbito de la asistencia sanitaria y en el ámbito de la nutrición.
El ex director del CatSalut, sin embargo, ha reconocido “endogamia” en el sector, y una proliferación de “formas públicas” en la prestación de los servicios, considerando que, tal vez, no se han fiscalizado lo sufciente.
¿Quién gana, lo público o lo privado?
Lo curioso es que, en función de los protagonistas, la deriva del servicio sanitario catalán va hacia el sector público o hacia el sector privado. Si la ex consellera de Salut, Marina Geli, aseguraba, en la misma comisión de investigación que puede existir una operación en detrimento de la sanidad pública, Manté ha considerado todo lo contrario.
Asegura Carles Manté que la prestación de servicios privado «ha perdido terreno en los últimos años» a favor de la sanidad pública, a pesar de la intención de grupos de intereses que desean ir en dirección contraria.
Es el modelo “sociovergente”, como el propio Manté ha admitido.