El cáncer en la era Covid: ‘New York Times’ denuncia retrasos en España con los diagnósticos
Los médicos denuncian falta de efectivos y la sobrecarga de trabajo mientras las negligencias médicas aumentan, así como las denuncias de pacientes
El rotativo estadounidense New York Times se hace eco de una triste realidad que ha sucedido en España durante los meses de la pandemia: el retraso en los diagnósticos de cáncer como consecuencia de los sobreesfuerzos puestos para luchar contra la Covid-19 y el colapso del sistema sanitario español.
El periódico se hizo eco de varios casos de diagnóstico tardío de esta afección. Lídia Bayona, una mujer de 53 años que empezó a sufrir los primeros síntomas en marzo de un cáncer que le acabaría costando la vida. Tras ser tratada como potencial infectada de Covid-19 y haber dado negativo, se la trató como paciente gastrointestinal. La mujer empeoró, y fue operada de cáncer ovario y de las vías biliares para terminar muriendo en el hospital nueve días después.
Este conmovedor caso, lejos de ser aislado, es una recurrente durante este periodo donde la Covid-19 presiona con fuerza los recursos sanitarios de España. Según explica NYT, «los médicos advierten que un número creciente de casos de cáncer y otras enfermedades graves no se detectan, lo que podría acabar costando muchas vidas«.
El coronavirus muestra la debilidad del sistema sanitario español
El reportaje ha señalado que, pese a que en otros países se ha alertado de que la pandemia puede haber aumentado los problemas de salud, en España se ha puesto de manifiesto lo débil que es el sistema. La noticia se hace eco del «desprecio» a la atención primaria y en la falta de sanitarios en regiones como Madrid.
«Tenemos trabajadores sanitarios que ahora no solo están agotados, sino también enfadados porque han visto mejoras en los protocolos en comparación con la primera ola, pero no la contratación de más personal como se prometió«, ha denunciado el profesor e investigador en epidemiología de la Universidad de Alcalá de Henares, Manuel Franco.
Mientras los sanitarios luchan contra esta segunda ola con un mejor equipo, pero su moral parece estar más baja. «Simplemente, no puedo brindar la atención adecuada a un paciente cuando tuve que ver a 100 personas en un solo día», dijo la doctora madrileña Patricia Estevan a NYT.
Denuncian asistencia negligente a los pacientes
«Nuestra administración pública ha usado la Covid-19 como excusa para mantener a los médicos al telefono y eliminar por completo la posibilidad de que puedan diagnosticar a los pacientes correctamente«, denunció la locutora Lydia Sainz-Maza Zorrilla, que vio morir a su hermana de 48 años de un tumor maligno.
Las demanadas judiciales por negligencia médica también han aumentado. La presidenta de una asociación de ayuda legal a pacientes y familiares, Carmen Flores, explicó al rotativo estadounidense que había ayudado a presentar más de 50 demandas desde septiembre. Reconoció que la carga de trabajo empezó a crecer como consecuencia de los errors médicos.
España, a diferencia de otros países del entorno, no informa del número de demandas médicas que se presentan cada año. Pese a ello, Flores explicó que «a juzgar por su seguimiento de las prestaciones de los tribunales en todo el país, el número parece haber aumentado en lo que va de año en al menos un 30%».
El coronavirus enmascara al cáncer de pulmón
España no es es el único país de su entorno con problema de este tipo. The Guardian había denunciado que la similitud de síntomas de la Covid-19 con el cáncer de pulmón enmascaraban la afección real en Reino Unido, y que eso provocaba un retraso en el diagnóstico que en muchos casos podía llegar a ser mortal.
Los datos del Cancer Research UK (CRUK) reflejaron una caída abismal de diagnóstico durante el confinamiento. Además, los niveles en comparación con los años anteriores solo habían al 60% el pasado agosto. Cada año, 47.8000 personas son diagnosticadas de cáncer de pulmón en Reino Unido.
El oncólogo clínico y consultor de los hospitales de Addenbrooke y Papworth en Cambridge, y fideicomisario de la Roy Castle Lung Cancer Foundation, David Gilligan, dejó claro que se trataba de «un problema»: «La recomendación inicial para que las personas se queden en casa y se aíslen si tienen una tos nueva y continua podría haber llevado a algunas personas a retrasar la búsqueda de ayuda».