“¡Cambiad ya!”
El 'movimiento de los indignados' llena plaça Catalunya con una acampada que se quiere mantener hasta el domingo, el día de las elecciones locales
Plaça Catalunya será el punto de encuentro, en Barcelona, hasta el domingo para grupos “de ciudadanos del mundo”, tal como ellos mismos se definen, decepcionados con la clase política, enfadados por la realidad que les ha tocado vivir (La Crisis, en mayúsculas) y sin ganas de callar. Las protestas se repiten en las principales ciudades españolas e incluso en algunas embajadas, como la de Londres. “No promovemos ni la abstención ni el voto nulo”, explica uno de los manifestantes, Albano, a Economía Digital. “Sólo pedimos una cosa: ¡Que nos escuchen!”.
Y tienen multitud de demandas. “Estamos hartos de reformas antisociales que nos dejan en el paro, de que los bancos que han provocado la crisis nos suban las hipotecas o se queden con nuestras viviendas”, se lee textualmente en el manifiesto que han acordado en asamblea. Vota quien quiera, quien levante la mano.
A pesar de que se han unido a este movimiento social personas de todas las edades, la mayoría cumplen el mismo perfil: jóvenes de 25 a 35 años, con estudios superiores, interesados en la política, viajados y con un contrato temporal que roza los mil euros. Muchos también están en el paro o no encuentran trabajo. “Soy el becario del becario”, asegura entre risas uno de los participantes.
“No esperábamos esta respuesta”, reconoce Albano. Se les ha bautizado como movimiento de los indignados, un nombre con el que se sienten cómodos. “Todo esto a lo mejor ha empezado por un flipado que participó en la manifestación del domingo y luego decidió que acampaba en la plaza del Sol”, añade David Villarejo. Y van sumando apoyos. Mediáticos, como los de Santiago Segura, Marc Vidal o Álex de la Iglesia; o espontáneos. Entre ellos, un grupo de jubilados que pasaban por el centro de la capital catalana y se han quedado “sólo un rato” con una pregunta: “¿Qué pasa con mi pensión?”.
‘#Spanishrevolution’
Esta #spanishrevolution ha llegado hasta la cadena Al Jazeera. Villarejo comenta que “la mejor publicidad” que han tenido es la carga policial en la puerta del Sol. En Barcelona el panorama es distinto, “la policía y los Mossos d’Esquadra nos han dicho que mientras limpiemos y no haya problemas, nos podemos quedar aquí”.
Las redes sociales son muy importantes, una vez más con Twitter liderando. “Incluso hay gente que se ha abierto una cuenta para saber qué pasa”. Muchos indignados usan la red social para hacer llegar a todos medios internacionales más destacados el contenido que cabe en 140 caracteres, desde The New York Times hasta Handelsblatt. Y se informan de los nuevos pasos que van a dar, como la cacerolada de este miércoles a las siete y media de la noche.
Por el momento todos los partidos políticos contienen el aliento ante la protesta. En el arco parlamentario hay multitud de opiniones: desde las duras críticas de las sillas de la derecha a la simpatía en minúscula de las izquierdas. Y es que los manifestantes lo repiten hasta la saciedad: “No somos de izquierdas”. A la que sigue otra proclama: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”.
Por el momento sólo hay una cuestión en el aire: qué pasará el sábado. La legislación española prohíbe manifestaciones en jornada de reflexión, ¿los indignados volverán a casa?.