Calviño quiere fijar los alquileres de la Ley de Vivienda con los datos de Idealista y Fotocasa
Economía quiere limitar los alquileres un 3% en 2024 y crear un tope en base a un índice ad hoc de ahí en adelante con "datos del mercado"
Es el broche final a la legislatura, pero la ley de Vivienda, punto fuerte de este último año de Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, sigue enquistada en la negociación entre la coalición y sus socios habituales. La aspiración de Moncloa ahora de limitar el precio de los alquileres un 3% durante 2024 pero crear un tope para los años venideros en base a un índice ad hoc no convence al resto de partes implicadas, según diversas fuentes han señalado a Economía Digital.
En la actualidad está vigente que la actualización anual de los alquileres esté ceñida a un 2% como máximo. Fue parte del decreto contra las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania que entró en vigor el 1 de abril de 2022 y se ha mantenido en los sucesivos decretos anticrisis que se han venido aprobando después. El decreto establecía ese límite para todo tipo de propietarios que decidieran ejecutar unilateralmente subidas del arrendamiento.
Pero la fórmula que ahora ha planteado la parte socialista del Gobierno, nacida del Ministerio de Economía de Nadia Calviño y traída a la mesa de la negociación por la cartera de Transportes, no convence nada a Unidas Podemos, explican a este periódico fuentes cercanas a la dirección de Podemos. El rechazo surge de que los datos para establecer cada año el porcentaje de ese tope son, según ha trasladado Economía a Unidas Podemos, «del mercado inmobiliario». El INE sería el organismo que crearía ese índice pero no con una base de datos propia, sino las que aportaran empresas como Idealista, Tinsa o Fotocasa. «Son datos de parte», se quejan los morados en conversación con este periódico.
«El zorro cuidando a las gallinas»
«Es poner al zorro a cuidar las gallinas», ejemplificaban desde el entorno de Ione Belarra. Sospechan que este modelo permita que las subidas sean muy superiores al 2% que está ahora fijado como tope e incluso distaría del 3% que estaban dispuestos a aceptar y sobre el que se cerró un preacuerdo entre todas las partes implicadas en la negociación, si bien faltaba el visto bueno de Calviño. «Entre todos llegamos al acuerdo de que lo que estaba al 2% subirlo al 3%, porque entendemos que el 2% responde a la coyuntura de la guerra, con una inflación muy grande», recuerdan las fuentes.
Además, hay otro aspecto sobre el que el socio minoritario del Gobierno no se fía. «Habíamos acordado hacerlo de manera estructural e indefinida, y no afectaba solo a las partes tensionadas, sino en general. Si se cumple la propuesta actual, sería aprobar a ciegas la ley y no tendríamos mano para la creación del índice. Calviño ha reventado el acuerdo», sintetizan desde la dirección de Podemos.
Ha sido este jueves cuando varias ministras socialistas han salido a defender que el acuerdo con Unidas Podemos y otros socios de investidura sobre la ley de Vivienda «está prácticamente hecho», tras la publicación del método de la propuesta de Calviño, una información adelantada por El País. Rápidamente, los socios, como el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, negaban la mayor.
El otro gran fleco por cerrar
Lo cierto es que el preacuerdo se cerró en diciembre y la propuesta de Calviño se hizo llegar a las partes hace quince días. Unidas Podemos buscaba no hacerlo público, pero ante la postura de las ministras socialistas han querido resituar el debate. «Es un retroceso. No podemos aceptar esto. Nosotros no hemos salido a decir nada, hemos intentado a través del cauce de Transportes hablando con Economía y volver a lo acordado. Pero hoy sale Montero diciendo que está y no, no está. Ese optimismo no lo podemos compartir», insisten.
En el aire hay una cuestión clave más, más allá de este tope: la posibilidad de que todas las viviendas ubicadas en una zona tensionada que se pusieran en alquiler por primera vez tuvieran limitado el precio al que estableciera el Gobierno, fuera su propietario un gran fondo o un pequeño particular.
La idea de Unidas Podemos es que los contratos de las nuevas viviendas (que no están en el mercado) estén sujetos al índice de referencia de los precios del alquiler en las zonas tensionadas (dando igual que sean pequeños o grandes propietarios). Pero no hay acuerdo, dado que el PSOE se muestra muy reacio a poner en marcha topes de precios para pequeños propietarios, que en España son muy mayoritarios en el mercado del alquiler.