Cajas de ahorro, contra los Landesbank: la victoria de Merkel
El BCE no supervisará la banca regional alemana, cargada también de activos tóxicos
El jugador inglés, Gary Lineker, acuñó aquella frase tan cargada de razón sobre el fútbol: es un deporte en el que juegan 11 jugadores por equipo, y siempre gana Alemania. Ahora ya no ocurre. Los alemanes son correosos y también exhiben una gran técnica, pero gana España.
Otra cosa es el poder político y económico. En este caso, sigue ganado Alemania. El control sobre la banca, decidido por los veintisiete países de la Unión Europea, para iniciar una necesaria unión bancaria y fiscal, presenta grandes desequilibrios que amenazan con romper la cohesión interna.
El 90% español, supervisado
Casi todo el sector financiero español quedará bajo control del nuevo organismo de vigilancia del Banco Central Europeo. Se pondrá en marcha en 2014 y se hará cargo de las entidades que tengan más de 30.000 millones de euros en activos, que estén nacionalizadas o su tamaño supere el 20% del PIB del país en el tengan su sede.
Para España supone que más del 90% de los bancos y de las cajas estarán supervisados. De hecho, en España apenas quedarán cajas de ahorro. La última operación es la nacionalización del Banco Mare Nostrum (BMN), hasta ahora participado al 28% por Caixà Penedès, que ha arrancado con una inyección directa de 470 millones de euros. Sólo se salvan de la vigilancia del BCE Banca March y Caja 3, entre los grandes, y cajas rurales como Ontinyent.
El objetivo de países como Francia, Italia y España, y también el de la Comisión Europea, es que entraran bajo la vigilancia del BCE unas 6.000 entidades europeas. Pero sólo serán entre 150 y 200, y de ellas sólo seis bancos alemanes. No sorprende que la canciller Angela Merkel proclamara este jueves su triunfo. “Hemos logrado asegurar las peticiones fundamentales de Alemania”.
Desvalijar al sur de Europa
En los últimos días, sin embargo, han arreciado las críticas a Alemania de una forma despiadada, ante la negativa de Merkel de permitir que sean supervisadas las entidades financieras, y, principalmente, las cajas locales –sparkassen– y las regionales –landesbanken.
Manuel Ballbé, catedrático de Derecho de la UAB, asegura, junto con la abogada Yaiza Cabedo, que la estrategia de Alemania es muy clara: “Tanto el gobierno alemán como la banca alemana pretenden desvalijar el sur de Europa con el fin de tapar el enorme agujero financiero alemán”. Lo dejaron escrito hace unas semanas en El País.
La borrachera de los bancos alemanes
¿Exagerado? El escritor y ex bróker de Salomon Brothers, Michael Lewis, fue de los primeros en situar el verdadero problema de Alemania. En su libro Boomerang (Deusto, 2012), Lewis demuestra que los ciudadanos alemanes no se emborracharon de crédito, como si lo hicieron los españoles, los griegos o los irlandeses, pero sí lo hicieron sus bancos. Las entidades financieras alemanas mudaron de piel y pasaron de ser bancos y cajas tradicionales a ser ‘norteamericanos’, con una desatada pasión por el riesgo y una inusitada atracción por los activos tóxicos.
Lewis destaca conversaciones entre banqueros de Nueva York: “Hablabas con un banquero de inversiones y te decía: nadie comprará esta mierda. ¡No, un momento! ¡Los Landesbanken sí lo harán!”. Y, sí, lo hicieron, más que nadie, según Lewis. Y Angela Merkel también lo sabe.
Las «bankias alemanas»
Ballbé recuerda que las “Bankias alemanas” han sido muchas. La relación es enorme. Hypo Real Estate se rescató con más de 100.000 millones de euros y en 2009 fue nacionalizado en un 90%. El Industriebank (IKB), con 10.000 millones de euros. Los Landesbank (cajas regionales o autonómicas), como el Baden-Württemberg, el West o el Sachsen, llegaron a recibir unos 150.000 millones de euros. Otros ejemplos: el Dresdner Bank, la segunda entidad del país, acabó quebrando y fue absorbido por el Commerzbank, que recibió, a su vez, un rescate de 100.000 millones.
El 25% de ese rescate está todavía en manos del Gobierno alemán. Ballbé sugiere una tesis. El Commerzbank ha devuelto dinero prestado, unos 14.000 millones. ¿Cómo ha podido recuperar el dinero de forma tan rápida? ¿Con apuestas “en el casino”, los mercados?, “¿con información privilegiada proporcionada por el propio Gobierno?”
Se trata, en cualquier caso, de una lucha desigual, porque la cumbre europea que ha decidido la supervisión bancaria a la carta no ha tenido color. Por el momento, todo lo dirige Merkel.