Bruselas ve signos de recuperación pero alerta del nivel de desempleo
La Comisión Europea enfría el optimismo del Gobierno y advierte de que la tasa no bajará del 24% en 2015
El Gobierno de Mariano Rajoy vaticinaba la semana pasada que el mercado español creará más de 600.000 puestos de trabajo entre 2014 y 2015. Es, según el Ejecutivo, el resultado de la recuperación económica. Pero este lunes, Bruselas se ha encargado de bañar a Rajoy con la realidad del paro.
La Comisión Europea constata en su último informe que el nivel de desempleo de este año fluctuará en torno al 25,5% y asegura que la tasa no bajará del 24% en 2015 frente al 23,3% que pronostica el Gobierno. Además, según el organismo, España incumplirá el déficit el próximo año si no adopta nuevas mesuras.
Crecimiento del PIB
Pero la CE también reconoce los deberes hechos y sostiene en el documento que la recuperación empieza a acelerarse. En concreto, augura que el crecimiento de la economía española alcanzará el 1,1% en 2014, una décima más de lo que vaticinó en febrero. Es decir, España progresará en línea con la media europea (1,2%).
La cifra vislumbra el crecimiento, pero sigue estando por debajo de la última previsión del gobierno español. El Ejecutivo de Rajoy anunciaba la semana pasada que el Producto Interior Bruto (PIB) progresará el 1,2%.
Indicadores de la recuperación
“La suave recuperación económica de España ganará impulso en medio de una mejora de la confianza y una relajación adicional de las condiciones financieras”, sostiene la CE en su informe. El apunte coincide con los últimos datos publicados este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), según el cual, la confianza del consumidor del pasado abril se situó en niveles de precrisis.
“La reducción de la prima de riesgo y las mejores condiciones de financiación para el Tesoro y los bancos están repercutiendo gradualmente a los prestatarios finales”, suscribe el documento comunitario.
El gobierno europeo también subraya que las exportaciones se mantendrán fuertes, aunque la situación de los últimos años se revertirá y la demanda interna pasará a ser el principal motor de crecimiento. La mejora del empleo y la baja inflación facilitarán el consumo privado.