Bruselas se muestra pesimista sobre las negociaciones con el Gobierno griego
La Comisión Europea arroja un jarro de agua fría sobre Syriza la víspera de las primeras reuniones multilaterales
La Comisión Europea (CE) tiene pocas esperanzas de que se pueda alcanzar un acuerdo en los próximos días que permita a Grecia salir del punto muerto en el que se encuentra a tres semanas de que finalice su rescate financiero, dijo hoy la portavoz comunitaria Mina Andreeva.
«Nuestras expectativas de llegar a un acuerdo final mañana (en la reunión extraordinaria del Eurogrupo) o en la Cumbre Europea del jueves son bajas», dijo la portavoz.
Andreeva ha señalado que prosiguen las «discusiones intensas» entre las partes, en las que participan el primer ministro griego, Alexis Tsipras; el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, y todos los implicados, pero que «hasta ahora los contactos no han sido muy fructíferos».
Primera oportunidad
Añadió que la reunión extraordinaria este miércoles de los ministros de Finanzas y Economía de la zona del euro, en la víspera de la primera cumbre de líderes europeos en la que participa Tsipras, será «la primera oportunidad» del nuevo titular griego para hablar del tema con los socios de la moneda única.
La portavoz recordó asimismo que se prevé la celebración de una reunión del Eurogrupo el 16 de febrero en Bruselas, en el caso de que los ministros no logren cerrar un consenso esta semana.
Menos de veinte días de plazo
Esa fecha será importante, ya que Grecia deberá ponerse de acuerdo con sus acreedores sobre la continuación de su programa de ayuda antes de que el rescate expire el próximo 28 de febrero.
Preguntada sobre un posible proyecto del presidente de la CE sobre Grecia, aseguró que «no hay ningún plan Juncker en este momento», y recordó que el máximo responsable del Ejecutivo comunitario ha dicho de manera reiterada que el único plan en el que trabaja esa institución «es mantener firmemente a Grecia en la eurozona».
Un paquete de propuestas
El Gobierno griego acudirá mañana al Eurogrupo con una serie de propuestas que espera sirvan de base para un acuerdo que sustituya al actual programa de rescate y que podría firmarse a finales de agosto.
En primer lugar, estaría la firma de un plan para que Grecia pueda seguir financiándose en los próximos meses, que el Gobierno llama «puente», pero que aceptaría denominarlo «extensión técnica», según señalaron fuentes gubernamentales.
Subir los topes de las letras
En este plan debería figurar, a juicio de Atenas, la capacidad de elevar la subasta de Letras del Tesoro en 8.000 millones adiciones. Actualmente, el límite acordado a comienzos de 2013 es de 15.000 millones.
Además, Atenas exige que el BCE le devuelva los 1.900 millones procedentes de los beneficios alcanzados con los bonos griegos. También reclamará poder utilizar los 11.000 millones que quedaron de reserva de la recapitalización de los bancos para dar liquidez a las entidades que no logran recuperar deudas morosas.
Por otro lado, Atenas propone sustituir la tercera parte del programa de ajuste firmado por el Ejecutivo anterior con los acreedores, por un plan de diez reformas a elaborar en cooperación con la Organización para al Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Bajar el objetivo de superávit primario
Atenas quiere que el objetivo para este año de superávit primario se reduzca del 3% inicial a un 1,5%, pues considera que los superávit desmesurados asfixian toda posibilidad de que la economía pueda recuperarse.
Finalmente y aunque no forma parte del debate inmediato, el Gobierno espera poder lanzar en los próximos meses la negociación sobre el alivio la deuda, para lo que el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, propuso una fórmula de canje de bonos en lugar de la quita inicial.