Bruselas quiere poner un tope al precio del gas que se active si se alcanzan niveles máximos
El límite de precios se desactivará automáticamente si una revisión mensual muestra que ya no se dan las condiciones para su aplicación
La Comisión Europea (CE) ha compartido con los Estados miembros de la Unión Europea (UE) los primeros detalles de su esquema para establecer un mecanismo de corrección del mercado del gas. En concreto, el tope se activará si los precios de esta materia alcanzan unos niveles máximos que deberán estar fijados de antemano a fin de tener un efecto «inmediato».
La propuesta de la Comisión, aún pendiente de ser presentada oficialmente, determina que el mecanismo establecerá un tope con un mes de antelación a los productos del mercado de futuros holandés TTF, que se utiliza como índice de referencia para el precio del gas en toda la UE.
Este tope se activará si la base del precio neerlandés alcanza un nivel máximo predefinido que se fijará por adelantado y si la subida de precios no se corresponde con un incremento similar en el mercado mundial.
Conseguir un «efecto inmediato» en el mercado del gas
El objetivo de Bruselas es «lograr un efecto inmediato» en el mercado aunque también plantea, como medida preventiva, la posibilidad de suspender el mecanismo si este provoca «graves perturbaciones» en el mercado.
Se prevé que la duración total de la medida sea de un año máximo
Además, el límite de precios se desactivará automáticamente si una revisión mensual muestra que ya no se dan las condiciones para su aplicación. Se prevé que la duración total de la medida sea de un año máximo, ya que esta debe ser de carácter temporal.
La propuesta responde a la demanda de países como España y Francia de tomar medidas urgentes para hacer frente a los altos precios de la energía pero su alcance no se conocerá hasta que no se concreten los precios máximos que activen el mecanismo.
En este sentido, la Comisión reconoce que a menos que se fije en un nivel suficientemente alto, el límite máximo podría impedir la formación de una curva de futuros, afectando al funcionamiento de los mercados.
Las líneas generales del mecanismo corrector en el que trabaja Bruselas ha sido trasladado este mismo miércoles a las capitales, que tienen ahora hasta el siguiente consejo de Energía de la UE, el próximo 24 de noviembre, para estudiarlo y tomar posición.
El Ejecutivo comunitario se comprometió a presentar una propuesta legislativa pero se resiste a hacerlo hasta escuchar de nuevo a los Estados miembros.