Botella se escuda en Aguirre para salvarse a sí misma
El sector crítico pide la dimisión de la Alcaldesa de Madrid
Esperanza Aguirre ha vuelto. La ex presidenta de la Comunidad de Madrid se ha atrincherado en la sede regional del Partido Popular para frenar la rebelión a bordo contra la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella. El sector crítico quiere que la mujer de José María Aznar dimita por dejación de responsabilidades, extremo al que la primera edil no piensa llegar, por ahora.
La consigna es aguantar hasta la reelección, pero la posición tiene importantes fisuras. Los primeros conatos de división interna toman forma. El sainete a Aguirre le va como anillo al dedo para purgar al PP madrileño del sector simpatizante del actual Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y se ha puesto manos a la obra. Apunta hasta al vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, y su equipo a pesar de que Botella halagó el trabajo desarrollado mientras ella se alojaba en el hotel de lujo Penha Longa.
El compromiso
El compromiso de Aguirre con Botella es doble. Diseñar la estrategia de choque, que contempla ceses para depurar responsabilidades políticas, emprender una investigación para concretar infracciones de tipo civil en el cuerpo de funcionarios y orquestar una actuación implacable contra los organizadores de la fiesta: la empresa Diviertt, capitaneada por el empresario del ocio, Miguel Ángel Flores.
En última instancia, Aguirre diseñará la remodelación del gabinete local, con nombres de confianza de la ex presidenta. Es decir, Botella hará lo que Aguirre le pida. Aznar está al tanto de la hoja de ruta y su contribución ha sido lograr que Moncloa apoye a Botella en sus días más negros como regidora.
Apoyo
La escenificación pública del compromiso de Aguirre con Botella se produjo en la tarde del martes, tras confirmarse el viaje de ocio a Lisboa. “No se puede criminalizar”, aseguró la ex presidenta madrileña. Antes había pedido depurar responsabilidades “caiga quien caiga”.