Borrell avisa a Sánchez: «Las ayudas no son un cheque en blanco»
El vicepresidente de la Comisión Europea revela que el dinero de la reconstrucción serán finalistas y recuerda que "nada es gratis"
El exministro de Exteriores y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, ha lanzado un mensaje a su otrora jefe de gabinete Pedro Sánchez. El mandatario socialista ha avisado a España que la ayuda europea «no va a ser un cheque en blanco», aunque ha descartado que vuelvan los «hombres de negro y las famosas troika que intentaban garantizar los ajustes macro severos».
Las ayudas, ha respondido Borrell a una pregunta del republicano Gabriel Rufián, tendrán una «condicionalidad orientada a un fin». En otras palabras, los fondos deberán destinarse a objetivos concretos, como por ejemplo la digitalización y la transición ecológica, las cadenas de valor y la autonomía estratégica de la UE. Ha recordado que «nada es gratis».
La Comisión planea dedicar al fondo de reconstrucción 750.000 millones de euros –500.000 en subvenciones y 250.000 en préstamos– que obtendrá la propia Comisión con emisión de deuda. Su devolución la realizarán conjuntamente los Veintisiete en los presupuestos europeos futuros, según lo que cada Estado aporte a las cuentas.
Actividades digitales
Para que la factura sea más barata, Bruselas pretende añadir «recursos propios» en forma de impuestos a actividades digitales, al plástico y a la importación de productos que supongan emisiones de carbono. No de momento, ha dicho Borrell, a las transacciones financieras, a la espera de un acuerdo en el seno de la OCDE.
Borrell ha aclarado que de tener que hacerse ajustes posteriores «tendrán que graduarse en función de las circunstancias» y ha recordado que las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea está temporalmente suspendido. Esta norma obliga a que el déficit público no supere el 3% del PIB y la deuda el 60%.
«Habrá que volver a comportamientos razonables de administración de las finanzas públicas«, ha señalado Borrell. Sin embargo, puesto que todos los países europeos saldrán de esta crisis con niveles de deuda pública superiores al cien por ciento del PIB, cree que no es probable que se intente volver al 60 por ciento «a marchas forzadas» porque eso anularía los estímulos actuales.
Senda de «deuda sostenible»
De hecho, a preguntas de la diputada del PP, Elvira Rodríguez, ha respondido que no es algo que esté en el plan de recuperación, pero que «algo habrá que pensar para construir una nueva senda que permita alcanzar niveles de deuda sostenible». «La vuelta al 60 por ciento no puede basarse en la exigente trayectoria que se inventó cuando la situación era distinta», ha señalado.
Por otro lado, ha explicado que el Fondo de recuperación trata de «nivelar» la distorsión que se puede crear en el mercado interior europeo debido a la suspensión de las normas sobre ayudas públicas a las empresas, algo de lo que ya han advertido otros comparecientes en esa comisión.
Según ha dicho, los Gobiernos han dedicado ya alrededor de un billón de euros a sus empresas en el marco de la pandemia y la mitad de ese fondo lo ha destinado un solo país: Alemania. El riesgo es que se cree una situación en la que la capacidad de competir de una empresa no dependa de ella misma sino del margen fiscal que tenga su país para darle ayudas.