Borràs mantiene a siete cargos y asesores en el Parlament pese a estar suspendida
La cámara catalana destina unos 418.000 euros para pagar los sueldos de las personas de confianza de la presidenta de Junts
Laura Borràs, expresidenta del Parlament / Junts per Catalunya
La suspensión de Laura Borràs como presidenta del Parlament todavía ocupa un papel central en la actualidad política de Cataluña, pese a la reciente paralización de la actividad por las vacaciones de verano. Por una parte, ERC, con la colaboración indirecta de Comunes y PSC, presiona a Junts per Catalunya para que proponga una alternativa a Borràs, mientras que los junteros mantienen su posición de bloqueo y se niegan a presentar un recambio.
Con el horizonte de la Diada del 11 de septiembre y el quinto aniversario del 1 de octubre, el Parlament reabre su actividad el próximo jueves. A partir de esta fecha, los partidos implicados en la polémica de Borràs prevén acelerar las conversaciones para llevar el caso a una u otra banda.
El hecho de haber perdido el derecho a participar y votar en los plenos o recibir su remuneración de 9.500 euros mensuales, no ha provocado que Laura Borràs rebaje sus pretensiones de mantenerse en el primer nivel mediático de la política catalana. Un ejemplo es su actitud en el acto de homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Los cargos de confianza de la expresidenta del Parlament
La agenda oficial de Laura Borràs ha sido absorbida, de forma provisional, por la vicepresidenta Alba Vergés (ERC). Aunque la actividad institucional de la dirigente juntera en el Parlament es inexistente, Borràs todavía mantiene un pequeño reducto de colaboradores a cargo del erario público.
Según datos oficiales del Parlament, el gabinete de la Presidencia está formado por siete cargos y asesores. El presupuesto de la cámara legislativa catalana destina unos 418.000 euros para abonar las nóminas, repartidas en 14 pagas. La retribución se divide en salario y complementos.
El jefe de gabinete de Laura Borràs, Salvador Esteve, gana 6.306 euros mensuales. La mano derecha de Esteve, Josep Elias, recibe 5.506 euros. Seguidamente, aparecen los asesores con Oriol Izquierdo a la cabeza. Exdirector de la Institució de les Lletres Catalanes y profesor universitario, Izquierdo cobra un sueldo de 3.884 euros al mes.
Borràs provoca nervios en el mundo local de Junts
A poco menos de un año de las elecciones municipales, las agrupaciones de Junts en el territorio quieren que desde Barcelona se rebaje la tensión con Esquerra Republicana. “Todavía no hemos culminado todo el proceso de implementación del partido y perdemos demasiado tiempo en peleas”, expresan a Economía Digital, voces del partido liderado por el dúo Borràs-Turull.
La realidad de las últimas semanas es que Turull se ha dedicado a minimizar los efectos de los incendios creados por Borràs o aplacar otras guerras. “El argumentario de Esquerra gustará más o menos, pero al menos han hecho creíble el discurso entre su militancia y entorno mediático”, apuntan desde el mundo local.
El horizonte de los comicios locales es clave para el futuro de Junts. Actualmente, por la presencia en la administración municipal, el partido recibe unas subvenciones valoradas en 80.000 euros. Gran parte de la financiación de la actividad del partido procede de los 2,1 millones de euros por la presencia en el Parlament.
Petición de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación para cargo público
En paralelo al terreno político, Laura Borràs mira de reojo su causa judicial por un presunto caso de corrupción en su etapa de directora de la Institució de les Lletres Catalanes. La Fiscalía pide seis años de cárcel y 21 de inhabilitación para ejercer cargo público por fraccionamiento de contratos con el objetivo de beneficiar a un amigo informático.
Desde el estallido del caso hasta la actualidad, Borràs defiende que el asunto de la IEC forma parte de una persecución general de la justicia española contra el independentismo. Las investigaciones policiales han ido recogiendo pruebas como correos electrónicos, dónde la expresidenta del Parlament indicaba al informático como esquivar los controles.
