Borràs estrena la presidencia entre soflamas para llevar al Parlament a la unilateralidad
La imputada presidenta exige a la cámara que "plante cara" entre insinuaciones de desobediencia ante requerimientos judiciales y votaciones al borde de la legalidad
Laura Borràs ha tomado posesión de su cargo como presidenta del Parlament tras conseguir la mayoría de votos en segunda vuelta. La nueva responsable de la Cámara catalana ha pedido un parlament que «plante cara» entre soflamas que dibujan una legislatura con un hemiciclo abocado a la unilateralidad y la vía judicial.
«El único límite que tiene este Parlament es la aspiración de los ciudadanos de Cataluña que representamos y llegaremos donde ellos, democráticamente, nos lleven», ha explicado Borràs en su discurso. La presidenta de la Cámara catalana ha asegurado que la Cámara estará al servicio de de la «mayoría en votos y escaños» del secesionismo.
La presidenta ha sido muy taxativa al abrir las puertas a una nueva confrontación: «No abandoné mi vida académica y la dedicación a las letras y decidí dar el paso y presentarme a unas elecciones en este Parlament buscando, precisamente, el confort». Borràs asegura que está en política para «completar el camino hacia la libertad nacional».
Borràs asegura que nadie «fiscaliza» al Parlament
Además, ha lanzado acusaciones contra el Gobierno, al asegurar que ha «renunciado a dialogar» y que pretende «decidir sobre qué y sobre qué no se pueden hablar los demás». La presidenta ha dejado claro que abrirá nuevos frentes de conflicto si es necesario al defender que mientras ella presida, los vetos judiciales no surtirán efecto.
Borràs también ha lanzado algunas críticas indirectas contra ERC, el que fue y será su socio de Gobierno pese a las malas relaciones entre ambos. «Ahora más que nunca, esta cámara tiene que tener un papel clave en el despliegue del futuro político de nuestro país».
«Trabajaré para hacer que este Parlament sea ejemplar y transparente, austero e íntegro. Si todas las instituciones públicas al servicio de la ciudadanía tienen que ser ejemplares, el Parlament lo tiene que ser todavía más porque no lo fiscaliza nadie dado que su independencia es sagradada», ha explicado Borràs.
El discurso ha recibido el fuerte aplauso de la mayoría independentista formada por ERC, JxCat y la CUP. El PSC, quien liderará la oposición en esta legislatura, ha guardado silencio frente a las soflamas de la presidencia. Los diputados de Ciudadanos han abandonado el hemiciclo en protesta por sus palabras.
La nueva presidenta marca perfil duro frente a Torrent
El tono guerrillero de Laura Borràs se contrapone a la gestión parlamentaria más comedida de Roger Torrent que, pese a la querella de Fiscalía por desobediencia, frenó algunas de las iniciativas más polémicas del bloque independentista durante la pasada legislatura.
El ya expresidente del Parlament impidió valiéndose de los votos de su partido, así como de los miembros de Cs y el PSC, que se llegara a votar telemáticamente a Puigdemont como presidente en 2018. También, acató la resolución e la Junta Electoral Central (JEC), y le retiró a Quim Torra su condición de diputado pese a salvaguardar la de presidente.
Lo que está claro es que las polémicas por parcialidad en la cámara seguirán. Si los grupos de la oposición tuvieron que protestar en varias ocasiones por el doble rasero de la mesa del Parlament, todo parece indicar que la situación, lejos de resolverse, podría empeorar.
El futuro de Borràs es incierto. Está imputada por malversación por supuesto troceo de contratos cuando era presidenta de la Institució de les Lletres Catalanes para favorecer a un amigo. Su historial judicial, que desde el independentismo camuflan dentro de la supuesta «causa general», podría acabar con su inhabilitación antes del fin de la legislatura.