Boi Ruiz, un lastre para Artur Mas de cara a las elecciones
La oposición planta al consejero después de que éste haya ignorado al Parlament
Si Artur Mas repite como president de la Generalitat en el próximo mandato, se lo tendrá que volver a pensar mucho para volver a contar con Boi Ruiz en su Ejecutivo. El consejero se ha convertido en el sparring de la oposición, que este jueves ha evidenciado la ruptura que existe con un plante en la comisión de Salud. Los parlamentarios –todos, a excepción de los representantes de CiU y de ERC– han abandonado sus sillas.
Ruiz va a lo suyo. Ha agradecido a los diputados que sí han permanecido en sus puestos y ha seguido como si nada. Esta vez, las críticas contra el consejero no eran las habituales. La oposición –PSC, PP, ICV, C’s y CUP– le señalaban por no haber cumplido los mandatos aprobados en el Parlament en cuanto a la creación del consorcio sanitario de Lleida o la venta de datos del Visc .
La cara de los recortes
El martes, el consejero presidió la presentación de la encuesta de salud pública de Cataluña. El documento reflejaba una valoración positiva de los servicios sanitarios públicos, media de nueve, por parte de los usuarios. Se trata de un dato importante para Ruiz, ya que se puede agarrar a él para demostrar que su política sanitaria va viento en popa.
La carta del consejero puede ser una de las que pida ERC si en la próxima legislatura vuelve a ser clave para que Mas gobierne. Los republicanos ya han empezado a dejar colgado a Ruiz en algunas votaciones, permitiendo incluso una reprobación a sus políticas. Ruiz es incómodo, sobre todo porque su imagen está ligada a los recortes sanitarios.