Boi Ruiz justifica la reducción de camas hospitalarias por “tendencia internacional”
El Institut Català de la Salut sostiene que la actividad asistencial funciona con normalidad pese a las manifestaciones en centros públicos
El departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya dirigido por Boi Ruiz quiere minimizar la tensión que se vive en los centros públicos sanitarios catalanes a la par que arremete contra este medio por divulgar las protestas que se viven en el sector. Este miércoles, sin ir más lejos, el personal del Hospital Universitario de Bellvitge ha denunciado que hay 18 personas en urgencias esperando para ingresar y una veintena recibe asistencia en los pasillos por los recortes sanitarios. Sin embargo, la consejería que dirige el convergente Boi Ruiz tira balones fuera.
El director gerente del Institut Català de la Salut (ICS), Pere Soley, ha justificado a Economía Digital que “en todos los países del mundo, la tendencia durante los últimos años ha sido la reducción del número de camas de hospitalización”, un recurso “flexible” que, según sostiene, se adapta a la demanda de cada momento. Aunque, de forma contradictoria, detalla que el número de sesiones de quirófano aumentarán en una media del 4% este verano en los ocho hospitales que conforman la red sanitaria pública.
No es una situación excepcional
Soley valida su argumento en que los avances tecnológicos y organizativos han permitido reducir, de manera considerable, los días de estancia media en los hospitales. En contra de lo que sostienen los sindicatos, el alto funcionario de la Generalitat niega que la contención presupuestaria desde el inicio de la crisis esté detrás de esta política. En un comunicado remitido a este medio, el organismo insiste en que la situación no es excepcional. “Está dentro de la dinámica de todos los hospitales, porque la gente ha de hacer sus vacaciones”, explican fuentes del ICS.
En cambio, los empleados sanitarios dan la voz de alarma. La junta de personal del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) asegura que el recorte presupuestario del conseller Boi Ruiz pone en peligro la calidad de un centro de referencia como este, que atiende a 1,5 millones de ciudadanos y que en los últimos cinco años ha pasado de tener 800 camas de hospitalización a las actuales 615. “No es lo mismo cerrar 180 camas sobre 825 que 200 sobre 600”, argumentan fuentes de la representación laboral.
Concentraciones de empleados y pacientes
Los mismos interlocutores informan de que se está produciendo una derivación de pacientes de la lista de espera quirúrgica de intervenciones menores, como cataratas o hernias, a la sanidad privada (Hospital del Sagrat Cor y el Hospital Platón).
Por su parte, el ICS defiende que, precisamente, el aumento de recursos sanitarios en el Baix Llobregat a hospitales como el Moissès Broggi “ha comportado una reestructuración de los servicios que ofrece el centro”.
Nuevas concentraciones
Este miércoles se han vuelto a repetir las concentraciones de empleados y pacientes a las puertas del Hospital de Bellvitge, principal ariete de la lucha contra los recortes. Este mediodía han acudido unas 300 personas después de que en los últimos días se hayan producido varios encierros en el centro de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). “No vamos a permitir que hayan unidades cerradas mientras haya pacientes en urgencias esperando camas”, ha asegurado el presidente de la junta de personal, Ramón Montoya.