Bildu aprovecha el desafío de ERC y presiona al PNV para combatir el castellano en el País Vasco
EH-Bildu apuesta porque la inmersión lingüística general se aplique en los colegios públicos vascos en 2023
EH-Bildu presiona al PNV para sumarse a la batalla catalana contra el Gobierno y los tribunales por la inmersión lingüística en el País Vasco. El desafío de la Generalitat al Tribunal Constitucional para no implantar un mínimo del 25% de enseñanza en castellano dentro del sistema educativo catalán despierta a EH-Bildu y pide replicarlo en País Vasco.
La izquierda abertzale lleva un mes negociando con el PNV un pacto para impulsar más el euskera en las escuelas públicas vascas. Según ha podido saber Economía Digital, la formación de Otegi apremia al PNV y ahora pide ir más allá para eliminar el castellano en el País Vasco en 2023.
Se trata de acelerar el plan que ya plasmó la formación en un documento en septiembre titulado «Hacia un sistema público soberano» cuyo objetivo es la supresión del castellano para que la formación sea únicamente en vasco.
Fuentes del partido piden ahora introducir este punto en el pacto educativo que el lehendakari Iñigo Urkullu pretende sacar adelante en 2022. De esta manera y desde Bildu exponen que la medida podría aplicarse ya en los planes educativos de 2023.
Se trata de «un modelo único de inmersión que sea el modelo lingüístico más eficaz para la creación de vascoparlantes plurilingües y propone reorganizar los recursos del sistema para dotarlo de los contenidos y recursos necesarios, creando el Instituto para el Adquisición del Euskera y la Transmisión de la Cultura Vasca», expone Bildu en su documento.
A este deseo se une la asociación de ‘ikastolas’ solicitando que el vasco sea «la lengua vehicular y la lengua de aprendizaje» de los sistemas educativos. Desde esta asociación meten prisa al PNV pero porque, según su criterio, han observado una amenaza en el fallo del Alto Tribunal con Cataluña que podría poner en riesgo la nueva ley educativa.
La asociación considera un «riesgo» que se haya inadmitido por el Alto Tribunal el recurso de casación de la Generalitat contra la sentencia de diciembre de 2020 que obligaba a todos los centros educativos catalanes a impartir al menos el 25% de las clases en castellano.
Su objetivo ahora es solicitar al gobierno vasco que la futura Ley vasca de Educación blinde la inmersión en los términos que recoge la LOMLOE y derogue el sistema actual, que defiende dos modelos: A (castellano), B (bilingüe) y D (euskera) puesto que garantizan que el alumnado adquiera el suficiente concomimiento del euskera y castellano al finalizar la Secundaria, según el gobierno vasco.
A su juicio, el «camino para revitalizar una lengua, minorizada en este caso, no puede ser obstaculizado ni por las leyes ni por las instituciones que las interpretan y dictan sentencias».
El PNV dice que «estudiará» la propuesta
Desde el gobierno vasco prefieren no hablar sobre este asunto y remitirse a las reuniones «discretas» que se siguen llevando a cabo con el resto de grupos sobre la futura ley de educación vasca el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, con los partidos y los distintos agentes educativos.
Asimismo y a preguntas de Economía Digital, en Ajuria Enea se remiten a las ponencias del sector en la comisión del Parlamento Vasco, que continuarán hasta el próximo 22 de diciembre, tras lo que se redactará un informe con las principales aportaciones que se elevará al gobierno autonómico.
De hecho y desde el PNV destacan «la buena sintonía» existente entre las distintas fuerzas en el Parlamento y recuerdan que en la reciente creación de dicha ponencia ya hubo acuerdo entre PNV, PSE, Bildu y Podemos.
Bildarratz escuchará a unos 100 agentes de la escuela vasca, entre profesionales y colectivos asegurando este jueves «que hay muchos avances» en relación con la ley y que «el mayor avance» es «la propia socialización de lo que es una reflexión sobre el sistema educativo vasco».
El consejero vasco de Educación insistió en que se va a reunir con «todos los grupos parlamentarios que quieran sumar» porque considera que «cada uno puede aportar algo, aunque después, al final no apoye un texto determinado, pero siempre habrá ayudado a la reflexión y a madurar un mejor texto y, en definitiva, a que el sistema educativo vasco este más consolidado».
Oposición rotunda del PP
El Partido Popular en el País Vasco lleva más de un mes denunciando este modelo al que Bildu denomina «inmersión lingüística general» con el que pretende abolir el castellano en País Vasco.
Para el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, este hecho se denomina «legalizar el adoctrinamiento» donde «sólo les importa la lengua y la patria: imposición del euskera, desaparición del castellano y nacionalismo obligatorio», asevera.
Frente a ello, el popular apuesta por «una escuela vasca que eduque en valores de libertad, donde se combata discursos del odio», ya que «con estas compañías no se va a conseguir acabar con ese clima que impide a quien no es nacionalista ejercer su libertad de expresión en las escuelas y universidades vascas sin riesgo de ser insultado o agredido».
Además, incide en que el PP vasco «no cejará en la defensa de una escuela que trabaje de verdad en la deslegitimación del terrorismo y de los proyectos totalitarios, que combata los discursos de la justificación y construya un relato veraz de nuestra historia reciente, sin manipulaciones ni sectarismos».
Asimismo, sostiene que «con la inmersión lingüística cada vez hay más alumnos que a los 14 años siguen en un nivel inicial de euskera, y el 15% no es competente ni en euskera ni en castellano», lo que, a su juicio, constituye «todo un drama», porque «supone que están limitados en el aprendizaje del resto de materias».
El PP dará la batalla contra la inmersión lingüística como bien se pudo ver a Pablo Casado ofreciéndose a Pedro Sánchez para aprobar un ‘155 educativo’ en Cataluña. Un mensaje que podría servir de aviso para el PNV si decide escuchar a Bildu en el País Vasco. Por el momento, el Gobierno no se ha querido pronunciar al respecto.