La basura invade Madrid: se disparan las quejas contra Almeida
Los avisos ciudadanos por falta de limpieza de espacios públicos de Madrid registran su máximo histórico y aumentan un 8,6% en la primera mitad de 2022
Que Madrid está sucia es una queja incesante desde hace años hacia los distintos equipos de Gobierno y colores políticos que han pasado por el Ayuntamiento, pero incluso va a más. En los seis primeros meses de 2022, los avisos por incidencias de limpieza de las vías públicas han aumentado un 8,58% respecto al mismo periodo del año anterior y alcanzan ya los 34.213. La cifra más alta de la serie histórica comparable para ese periodo temporal, según registra el portal de datos abiertos del Ayuntamiento.
Esta indignación ciudadana contra la gestión de la limpieza urbana del gobierno del popular José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, apoyado por la vicealcaldía de Ciudadanos de Begoña Villacís, llena de avisos los canales de denuncia institucionales y prolifera en Twitter. Hashtags como #MadridEstáSucio o #MadridDaAsco muestran desde hace años fotos de la ciudad invadida de basura.
Desde el Ayuntamiento tratan de sofocar las quejas, pero la falta de limpieza de la capital de España sigue siendo uno de los mayores problemas de sus ciudadanos. En concreto, es el segundo problema por detrás del tráfico según la última Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción con los servicios públicos de la ciudad de Madrid, de 2021.
Más quejas con Almeida que con Carmena
A excepción de 2020, el año más alterado por la pandemia, el número de quejas ha aumentado todos los años desde que Almeida llegó al consistorio. Comparando el número de avisos por limpieza de vías públicas registrados en los seis primeros meses de 2018 disponibles, mientras Manuela Carmena era alcaldesa de Madrid, con los registrados en los seis primeros meses de 2022, se constata un crecimiento de las quejas del 22,87%. Por el momento, el año con más quejas fue 2021, con un total de 67.648.
Desglosando los avisos se observa que la mayor parte de los registrados en 2022 corresponden a un genérico “limpieza en vías públicas” seguido de “limpieza en zonas verdes” y de “SELUR” (Servicio de Limpieza Urgente asociado a emergencias, como Filomena).
2020 y 2021 fueron los años con menos barridos de la serie histórica
La escalada del problema de suciedad de Madrid coincide con un descenso en el número de barridos y baldeos de las calzadas y aceras, a pesar de que el municipio incrementa su población y, por tanto, los kilogramos de residuos que genera.
En el año 2018, con el anterior gobierno municipal, el número total de barridos y baldeos fue el máximo registrado de la serie histórica disponible, 299.196, pero con la llegada del nuevo gobierno en 2019 la cifra descendió a 276.006. En 2020 los barridos y baldeos descendieron aún más, hasta los 253.205, coincidiendo con las restricciones por la pandemia. Y, aunque aumentaron en 2021 hasta los 284.335, siguieron por debajo del número de actuaciones de limpieza de 2017 y 2018.
El descenso en la suma total del número de servicios de limpieza se debe a un menor número de barridos, que son el tipo de actuaciones de limpieza más frecuentes. En 2021 se llevaron a cabo 219.150, un 9,6% menos que en 2017, el primer año con datos de esta serie. Por el contrario, los baldeos aumentaron en 2021 un 19% respecto a 2017 y se situaron en 65.185.
Las empresas concesionarias de los contratos de limpieza llevan a cabo distintos tipos de barridos y baldeos. Los barridos manuales, los más frecuentes, requieren de trabajadores con carro portacontenedores, cepillo y demás herramientas auxiliares. Los otros tipos de barridos, los mecánicos y los mixtos, se realizan en menor volumen y requieren de vehículos de barrido. En cuanto a los baldeos, los más efectuados son los mixtos, que consisten en limpiar las vías con agua a través de un vehículo con camión cisterna.
Analizando los datos por meses, se percibe un notable incremento de barridos y baldeos desde noviembre de 2021, tal vez como consecuencia de la avalancha de quejas y de la entrada en vigor del nuevo contrato de limpieza, el cual incrementa la financiación un 45% según el Ayuntamiento.
El nuevo contrato de limpieza de la ciudad, que entró en vigor en agosto de 2021, contempla un gasto plurianual de 1.700 millones de euros y sustituye al anterior contrato integral de 2013 de la exalcaldesa Ana Botella. Según el equipo de Almeida, este nuevo contrato, que durará seis años, permite “tener 2.000 operarios más en la calle” y un 16% más de medios mecánicos.
Además, establece en sus pliegos las características de las prestaciones (barridos, baldeos, recogida de muebles, etc), no como el anterior, que dejaba a las propias empresas concesionarias determinar los medios necesarios para los servicios.
Por el momento, el incremento de las actuaciones y del presupuesto no se ha traducido en una mayor satisfacción de los ciudadanos a tenor del número de quejas registradas en la primera mitad de 2022. Y es que el propio Ayuntamiento reconoce en su portal de transparencia que el servicio de limpieza urbana «es uno de los más complejos» de la ciudad. Se excusan en que «Madrid tiene una dinámica poblacional compleja» por el elevado número de habitantes censados y por los «numerosos visitantes por motivos de ocio o trabajo» que recibe.
Vivir en el centro es muy distinto a vivir en Vallecas
El distrito Centro tuvo 8.324 barridos y 1.611 baldeos en los tres primeros meses del año 2022, mientras que el distrito Villa de Vallecas tuvo solo 2.365 barridos y 599 baldeos a pesar de tener el triple de viales públicos de superficie. El distrito Centro es el que más frecuencia de limpieza presenta en proporción a su superficie y el de Villa de Vallecas el que menos.
Aún teniendo la mayor frecuencia de limpieza, el distrito Centro también registra el mayor número de quejas en lo que llevamos de año, 4.438. Cabe tener en cuenta que es también uno de los distritos más turísticos y frecuentados por todos los madrileños.
Más allá de este análisis por distrito, se puede consultar el número de barridos y baldeos que las empresas concesionarias llevan a cabo en cada calle a través el geoportal del Ayuntamiento. Según los datos actuales, solo el Centro y algunas zonas más como una parte de Usera, el paseo de la Castellana, el barrio de Salamanca y El Pardo tienen el mejor nivel de limpieza (nivel 1). Este nivel incluye barridos manuales cinco veces a la semana, un barrido de mantenimiento diario y un baldeo mixto cinco veces a la semana.
La mayor parte del mapa se encuentra en los niveles 3 o 4, que solo incluye un baldeo mixto una vez al mes o una vez a la semana, respectivamente, y un barrido manual en días alternos semanales o una vez por semana.
El área municipal de Medio Ambiente acumula crisis
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, reconoció hace un mes en una entrevista en la Cadena Ser que «es necesario mejorar la frecuencia de recogida» de basuras de la capital. Aseguró que él mismo había visto puntos con mucha basura, por lo que había llamado al delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Francisco de Borja Carabante, para «solucionarlo de inmediato».
Más allá de la limpieza urbana, Borja Carabante, no sale de una crisis para meterse en otra. El político del grupo popular, dedicado al 75% al cargo y economista de formación, comenzó el año con la polémica por su gestión de la incineradora de Las Lomas. La cual seguía quemando los desechos de los habitantes de Madrid a pesar de haber finalizado su contrato en junio de 2020.
Posteriormente, el delegado de Medio Ambiente también fue señalado tras la muerte de un empleado de la limpieza viaria el pasado mes de julio durante una ola de calor. Ante esto, Borja Carabante tuvo que acordar con las empresas concesionarias que los empleados de este servicio pudieran cambiar de manera voluntaria el turno para evitar las horas centrales del día.
Sin olvidar la crisis provocada por los problemas de tránsito que la ciudad tuvo durante semanas por la llegada de Filomena a principios de 2021. También competencia de su área de Gobierno y que llevaron al Ayuntamiento a incluir una prestación específica para nevadas en el nuevo contrato de limpieza.