Barones del PSOE intuyen un adelanto electoral
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcĂa-Page, apunta que Pedro Sánchez puede avanzar las elecciones generales al otoño del prĂłximo año
El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, considera “relativamente posible” un adelanto de las elecciones generales. Sin embargo, no las ve a corto plazo, sino a un año vista: en otoño de 2019, con “un escenario más despejado”.
García-Page no es el único dirigente del PSOE que ha admitido públicamente la posibilidad de que se adelanten las generales. Aunque el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en que agotará la legislatura, en un reciente viaje a Nueva York reconoció que eso sólo será posible si cuenta con apoyos parlamentarios.
En declaraciones a RNE, García-Page argumentó este lunes que “es relativamente posible que las generales se celebren en otoño del año que viene». Recordó que, probablemente, las elecciones andaluzas también se avanzarán al próximo diciembre y que, para mayo, está el “carrusel” de las municipales, autonómicas y europeas.
Para después de las municipales y autonómicas
García-Page ve factible que Sánchez convoque las generales después del “carrusel” electoral. El escenario electoral que quieren evitar a toda costa los socialistas de Castilla-La Mancha es que las autonómicas coincidan con las generales. Temen que esto pueda perjudicar sus expectativas. Por este motivo, prefieren que las elecciones españolas se celebren a continuación.
García-Page desligó la convocatoria de las generales a la situación en Cataluña y a los presupuestos generales del Estado. Sobre estos últimos, descartó que puedan propiciar un adelantamiento aunque sean rechazados por las Cortes. No hizo referencia al ultimátum lanzado por el presidente catalán Quim Torra, pero tampoco considera que precipite la convocatoria electoral.
Respecto a Cataluña, García-Page afirmó en un acto en Toledo el pasado sábado que es «totalmente legítimo» que cada uno defienda lo que piensa, pero dejó claro que «una cosa» es que haya partidos políticos independentistas «que defienden el egoísmo» y otra que «sean las propias instituciones constitucionales democráticas las que socaven, las que ataquen, las que minen nuestra forma de convivencia».