Bárcenas arranca el juicio por la ‘caja B’ del PP pidiendo un careo con Rajoy
Luis Bárcenas quiere tomar declaración a Mariano Rajoy como testigo de su defensa en el juicio por la supuesta 'caja B' del PP
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, se sienta este lunes en el banquillo como uno de los acusados en el juicio por la presunta ‘caja B’ del PP en la Audiencia Nacional. El proceso versa sobre la reforma de la sede del partido realizada entre 2005 y 2010 con un coste de casi 900.000 euros, presuntamente pagados con dinero de esa ‘caja B’.
El juicio ha iniciado a las 10.00 horas, cinco días después de que se hiciera pública una carta que Bárcenas envió a la Fiscalía Anticorrupción anunciando su «voluntad» de colaborar con la justicia y contar todo lo que sabe sobre la presunta financiación irregular del PP, que según el extesorero se remonta a 1982.
Lo primero que ha hecho su defensa esta mañana ha sido plantear al tribunal que Bárcenas pueda someterse a un careo con el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Rajoy ha sido llamado a testificar en el juicio a petición de las acusaciones personadas en esta causa, pero con esta petición el abogado de Bárcenas quiere tomarle declaración como testigo de su defensa. El letrado, Gustavo Galán, ha pedido también que testifiquen los periodistas Francisco Mercado, Eduardo Inda, Ernesto Ekaizer y María Luis Bernal.
Críticas de la Fiscalía y el PP
La declaración de Bárcenas ha despertado mucha expectativa por el tono y el contenido de la carta a Anticorrupción.
«De todas estas actuaciones era perfecto conocedor don Mariano Rajoy, hasta el punto de que en 2009 tuvimos una reunión en su despacho en el que mostré los papeles de esta contabilidad B», reza la misiva, en la que asegura que el expresidente del Gobierno destruyó los documentos.
Asegura Bárcenas en ese texto que Rajoy y otros altos cargos del PP como Dolores de Cospedal, Federico Trillo, Pío García Escudero, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Ignacio del Burgo recibieron «complementos salariales».
Pero la Fiscalía Anticorrupción acogió con escepticismo la carta de Bárcenas, transmitiendo a los medios de comunicación que «no dice nada que no se supiese» y afeando la falta de pruebas que acrediten nuevos delitos. La trascendencia del escrito es política pero no penal, aseguran fuentes de la Fiscalía a El Confidencial.
El PP, desde luego, se ha defendido de las acusaciones y suposiciones. Incluso ha amenazado con denunciar calumnias después de que Bárcenas asegurara que también negoció con dos cargos del PP de Pablo Casado, que se desmarca de la anterior directiva e insiste en que la evolución actual del juicio no le afecta directamente.
«Que diga a qué dos miembros de los 400 que componen la junta directiva se refiere», respondió el PP, pidiéndole que de lo contrario deje de hacer «el ridículo» al no señalar a «nadie con nombre y apellidos». La dirección actual del partido «nunca ha hablado con delincuentes», y ese PP del que Bárcenas habla «ya no existe», subrayan desde Génova.