Ayuso, en contra de cambiar la Constitución aunque admite que «no le gusta al 100%»
La presidenta de la Comunidad de Madrid insiste en que modificar la Constitución es "innecesario"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo ha dejado bien claro. «Abrir la Constitución es innecesario por mucha voluntad que se tenga», ha aseverado en alusión a la propuesta de Ciudadanos de modificar el artículo 2 para eliminar la distinción entre «nacionalidades y regiones». Sin embargo, ha reconocido: «No conozco a nadie que le guste al cien por cien».
«No somos 17 naciones y no pienso alimentar esto bajo ningún concepto», ha remarcado. Pues, a su juicio, se trata de «un guiño» que se hizo en la Constitución en su momento «para contentar a los nacionalistas» pero que, a su parecer, «nadie se debe acoger a ello para hablar sobre otras cuestiones».
La dirigente regional ha hecho hincapié en que las autonomías existen «para vertebrar servicios que de otra manera serían imposibles» y ha remarcado que cree «en los contrapesos». Por ello, ha subrayado que le gusta «que haya pluralidad y diversidad en España», en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press.
Carga contra García-Gallardo
Por otra parte, ha tachado de «barbaridad» que el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, el único con este cargo que según la dirigente no tiene «cartera», haya declarado que las autonomías son un lujo que España no se puede permitir.
«No tener ningún tipo de responsabilidad nos lleva a esto, a lo mejor tener tanto tiempo que no aprecias ni siquiera gobernar una autonomía» ha sostenido para luego añadir «Somos una gran nación, una única nación, con 17 comunidades autónomas».
Censura el «trato humillante» al rey emérito
También ha criticado este martes que «los enemigos odiadores de España» celebren «un trato humillante» al rey emérito, Juan Carlos I, con el «silencio cómplice y cobarde» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Si bien ha manifestado que no tiene opinión al respecto sobre si el emérito debería volver a España, ha defendido que tiene «simpatía» por su figura y por todo lo que ha hecho a lo largo de los años. «Mas allá de eso es una decisión que le compete a la Casa del Rey que es quien tiene que asumir esta decisión ahora y decidir qué es mejor para todos», ha apuntado.
Para Ayuso, Felipe VI ha demostrado «siempre que la institución y su servicio a España está muy por encima incluso de la situación personal y eso es algo que le honra» y que reconforta «a todos». Su decisión siempre la va a respetar porque está «al servicio de una institución que es garante de la unidad y de la igualdad de todos los españoles» y lo que quiere es que España se centre «en esta nueva etapa que le corresponde liderar a Felipe VI».
Así, ha censurado que «los enemigos odiadores de España, que son auténticos profesionales», estén celebrando «un trato humillante al rey frente al silencio cómplice y cobarde del presidente del Gobierno».
También ha criticado que estén «utilizando todo esto para esa hoja de ruta que emprendieron después de la Transición, que fue seguir alimentando las dos Españas y arremetiendo contra una institución que ha nacido por decisión del pueblo español». A su parecer, la quieren «desgastar porque no quieren esa convivencia, esa unión».
Critica que el Gobierno pida explicaciones
La presidenta ha afeado que el Gobierno, «de manera cobarde a través de un portavoz», pida explicaciones. «Quisiera saber… ¿explicaciones de qué?», ha preguntado la también líder del PP madrileño. Además, ha puesto en cuestión que digan que se las piden en nombre de todos los españoles porque consideran que es «en nombre de la izquierda».
Ayuso ha hecho hincapié en que esto les viene «de maravilla para erosionar esta institución» y ha sostenido que si ahora mismo no tiene «causas pendientes con la Justicia» puede hablar allá dónde este y no sabe por qué hay que exigirle.
En este sentido, ha rechazado que «parte del Gobierno de España, ministros, hablen del rey Juan Carlos como un delincuente, como un criminal, y nadie les diga nada». A su juicio, es «todavía más vergonzoso porque no son partidos ni políticos todos ejemplares».