Así se repartirá el poder la derecha en España, según las encuestas
Tras seis meses de subidas generalizadas en las encuestas, los populares se ha estancado. Aun así, la mayoría de los sondeos indican que PP y Vox sumarán mayoría absoluta
El PP pasó de cosechar el peor resultado de su historia en las elecciones catalanas del 14-F a, tan solo dos meses más tarde, salir disparado en las encuestas tras los comicios madrileños. Pero no fue la aplastante victoria de Isabel Díaz Ayuso el principal detonante del crecimiento de los populares.
De hecho, según los sondeos de GAD3, de marzo a abril pasó de acumular el 22,2% de los votos al 27,4%. ¿El motivo? La fallida moción de censura de los socialistas en Murcia.
Desde aquel 1o de marzo en el que PSOE y Ciudadanos se unieron, sin éxito, para echar del Gobierno regional al PP, los de Pablo Casado han visto crecer su popularidad a nivel nacional.
Sin embargo, tras seis meses de subidas generalizadas en las encuestas –con la excepción del CIS– los populares se han estancado. Y según los expertos consultados por Economía Digital, es lo mejor que les puede pasar para repartirse el poder con Vox.
El camino más fácil para que Casado llegue a Moncloa es mantener una tregua con Vox dado que, según el criterio de la Ley D’Hondt, es la mejor forma de que la derecha gobierne.
Los sondeos de las principales empresas de análisis sociológico -GAD3, Sigma Dos, y Celeste Tel- sitúan al PP en torno al 29% en intención de voto, mientras que los de Santiago Abascal se mantienen estables cerca del 15%.
«Entre los dos suman en torno a un 44% de los votos y eso les da la mayoría absoluta, con aproximadamente 125-127 parlamentarios para el PP y medio centenar para Vox»
José Ramón Ferrer, analista de Celeste Tel
«Las dos fuerzas hegemónicas de la derecha llevan cinco meses de tregua para no hacerse mucho daño porque saben que ésta es la mejor situación posible», asegura José Ramón Ferrer, analista de Celeste Tel, en declaraciones a este diario.
«Entre los dos suman en torno a un 44% de los votos y eso les da la mayoría absoluta, con aproximadamente 125-127 parlamentarios para el PP y medio centenar para Vox», señala.
Esta es la situación idónea para la derecha puesto que, según el sistema de reparto de escaños vigente, si el PP le resta diputados a Vox, por cada uno que gane los de Pablo Casado, otro que gana el PSOE, «por lo que no podrían aspirar a esa mayoría absoluta», insiste Ferrer. Y es que el método D’Hondt beneficia a los partidos que obtienen más del 15% de los apoyos.
Por lo tanto, la única opción de los populares de seguir creciendo es a través de votantes descontentos del PSOE o quitarle los suyos a Vox. No obstante, esta segunda opción no es sencilla. «Un 20% del electorado de Vox jamás votaría al PP, lo tienen como el demonio», asevera Ferrer.
De hecho, el origen de Vox radica en el enfado de parte de los populares con la gestión de Mariano Rajoy, por no ser lo suficiente contundente con el conflicto catalán, entre otros motivos.
El PP se estanca en las encuestas
Además, a su juicio, «el tirón del PP gracias a Ayuso ya ha parado». Pero, en ningún caso, podría afectarle los últimos choques que se han producido entre Génova y el equipo de la presidenta regional al inicio del curso político.
«El electorado no reacciona de forma inmediata salvo que haya algún escándalo», ha apuntado Ferrer. «Hay tolerancia y más si es entre los tuyos», añade.
Vox es el partido que se ha mantenido más estable en las encuestas a lo largo de toda la legislatura, entre el 12% y el 15%
Por su parte, Vox es el partido que se ha mantenido más estable en las encuestas a lo largo de toda la legislatura, entre el 12% y el 15%. Su mayor repunte se produjo en marzo tras los comicios catalanes. Así lo muestran todos los sondeos, incluido el del centro de investigación sociológica que dirige el socialista José Felix Tezanos y que no suele coincidir con el resto de estudios.
Y en algo en lo que también están de acuerdo todos los sociólogos es en la debacle de Ciudadanos, que cada día está más cerca de su fin. «Ciudadanos es un partido testimonial, ya no le queda nada», asevera Ferrer, que anticipa un mal resultado para los naranjas en las próximas elecciones andaluzas.
Los nuevos votantes se decantan por la derecha
Mientras que el electorado más mayor, de forma general, se suele alinear con el gobierno de turno -«es un voto muy interesado y quieren ir con quien está en el poder», explica Ferrer- en el caso de los nuevos votantes ocurre el efecto contrario.
Igual que en 2011 se produjo un cambio de ciclo que originó el movimiento 15-M, ahora, diez años más tarde, vuelve a producirse un cambio de ciclo pero a la inversa.
«Pusieron en jaque el sistema en 2015, dando la espalda a los nuevos partidos, y ahora de nuevo se produce un cambio de ciclo»
«Cada año los jóvenes ven deterioros en sus contratos, malas condiciones, faltas de expectativas para formar una familia o comprar una vivienda… y a su vez están más cualificados pero les falta práctica y están enfadados», cuenta Ferrer, por lo que según los estudios de este analista, el voto de los nuevos votantes irá para la derecha.
«Pusieron en jaque el sistema en 2015, dando la espalda a los nuevos partidos, y ahora de nuevo se produce un cambio de ciclo», afirma.
¿Y qué pasará con la izquierda?
Con el ascenso de la derecha, Ferrer tiene claro lo que ocurrirá con la izquierda: «En 2023 habrá una debacle socialista», confirma en relación a las elecciones autonómicas y municipales que se celebrarán dentro de dos años. «Y lo mismo ocurrirá para las elecciones generales que llegarán después», agrega.
Por el lado contrario, Podemos sube en las encuestas tras la huida de Pablo Iglesias, aunque lentamente. «Crecen desde julio, con pequeños avances, eso sí, pero ya han roto su tendencia bajista», apunta Ferrer. La figura de Yolanda Díaz, que incluso llegó a quitarle a Pedro Sánchez el trono del político mejor valorado, ha dado oxígeno a los morados.
Para Ferrer, la conclusión del incremento de apoyos a Podemos se resume en que «al PSOE le ha salido todo mal». «Ha resurgido el monstruo de Podemos y Casado ha llegado a la frontera con los socialistas y ambos se disputan el electorado moderado«, concluye.