Así es el pasaporte covid que propone Bruselas para salvar el verano
El certificado digital propuesto por la UE no tendrá como requisito estar vacunado, sino que también se podrá demostrar la condición sanitaria con una PCR o con un test de antígenos
El pasaporte covid va cogiendo forma. La Comisión Europea ha presentado este miércoles esta iniciativa con la que pretende impulsar los viajes en la Unión Europea (y también en Noruega, Suiza y Lichtenstein) de cara a este verano, una iniciativa que beneficiaría especialmente a España por el peso que tiene el turismo en su economía.
El Ejecutivo comunitario ha aclarado que el hecho de estar vacunado no será un requisito para permitir los desplazamientos, ya que los ciudadanos que no hayan tenido aún la oportunidad de hacerlo o se hayan negado podrán demostrar con una PCR o con un test de antígenos su condición sanitaria. Así, todos los viajeros tendrán los mismos derechos y no existirán distinciones entre los que ya hayan recibido el pinchazo o no.
Este documento será gratuito, en formato digital a través de un código QR o en papel y contendrá la información en dos lenguas, en la lengua oficial del Estado miembro que lo emita y en inglés para garantizará el reconocimiento en todos los países.
Además, según la propuesta de Bruselas, los gobiernos deberían eximir a los viajeros de la obligación de guardar cuarentena cuando lleguen al destino o de hacerse un test PCR. No obstante, pide a los países que, en caso de que mantengan estas obligaciones, justifiquen su decisión.
En el certificado digital covid solo se tendrán en cuenta las vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento –Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Johnson & Johnson– aunque los Estados miembros podrán decidir si aceptan otros fármacos, como el ruso Sputnik V o el chino Sinopharm.
Von del Leyen: «El certificado digital debe servir para retomar los viajes»
«Con el certificado digital estamos apostando por un enfoque europeo para garantizar que los ciudadanos europeos y sus familiares puedan viajar de forma segura y con restricciones mínimas este verano», ha señalado el comisario de Justicia, Didier Reynders, en declaraciones recogidas por Efe.
«Con el certificado digital estamos apostando por un enfoque europeo para garantizar que los ciudadanos europeos y sus familiares puedan viajar de forma segura
Didier Reynders, comisario de Justicia
También ha declarado al respecto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, quien durante la presentación de este documento ha asegurado que el objetivo es ayudar a los Estados miembros a “restituir la libertad de movimientos de forma fiable» y «retomar los viajes».
Bruselas presentó este certificado -que caducará cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el fin de la pandemia- tan solo tres semanas después de que los Jefes de Estado y de Gobierno decidieran seguir adelante con esta propuesta en su última cumbre de febrero.
Francia, Bélgica y Alemania critican el pasaporte covid
La propuesta agrada a los países del sur, entre ellos España, -muy dependientes del turismo-, pero otros como Francia o Bélgica han expresado sus reticencias argumentando que el certificado puede discriminar a quiénes se han vacunado y los que no. De hecho, la canciller alemana, Angela Merkel, indicó que el documento no debería usarse para facilitar los viajes hasta que la gran parte de la población haya tenido la posibilidad de vacunarse.
Otras de las dudas planteadas se centran en que se desconoce todavía cuánto tiempo puede durar la inmunidad de la vacuna y hasta qué grado las personas que se hayan inoculado el fármaco pueden contagiar el resto. La propuesta aun debe recibir el visto bueno de los Estados miembros y del Parlamento Europeo.
Sociedad médica ve » precipitado» implantar pasaporte vacunación
La reacción de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) a la propuesta de la UE ha sido negativa. Este organismo considera «arriesgado y precipitado» el hecho de implantar un pasaporte de vacunación cuando no se puede descartar que una persona vacunada pueda transmitir el virus, lo que supone un riesgo para nuevas variantes.
En un comunicado, la SESPAS ha instado a los poderes públicos a no apoyar la introducción de este documento ante las instituciones europeas «hasta que exista mayor evidencia científica sobre la reducida transmisibilidad de los vacunados y sobre un periodo de validez de la inmunidad suficientemente prolongado».
En el texto se advierte de que la utilización de este certificado obligatorio con la «creencia» de que el vacunado no va a enfermar ni a transmitir el virus SARS-CoV-2 «puede convertirse en un problema de salud pública de primer orden».
Si la vacunación no redujera las infecciones, la utilización del pasaporte vacunal para facilitar los viajes y el turismo podría tener unas «consecuencias muy negativas» para las personas no vacunadas, «pues los vacunados se convierten en vectores de transmisión de la enfermedad», ha precisado la entidad.