Así es Álvaro Ballarín, el candidato manchado que amenaza la investidura de Cifuentes
El diputado electo por el PP, y que Ciudadanos quiere desterrar, acumula una larga trayectoria de polémicas y denuncias. Fichó a una exmodelo de Interviú como asesora de Cultura y fue mentor del pequeño Nicolás. Un compañero de partido denuncia que Ballarín está imputado por fraude electoral
Álvaro Ballarín, el número siete de las listas electorales de Cristina Cifuentes que fue imputado por una actuación urbanística irregular en el distrito de Moncloa-Aravaca, podría pulverizar el gobierno del PP en la Comunidad de Madrid incluso antes de que se constituya.
Ballarín fue imputado tras la denuncia de una empresa afectada por la construcción de un párking que supuestamente ha favorecido los intereses de Sacyr-Vallermoso, pero fue librado de la imputación por prevaricación y falsedad documental tras la sorpresiva marcha atrás de su demandante hace pocos días. El diputado electo fue uno de los responsables de la campaña y ahora Ciudadanos exige su cabeza para lograr un pacto de investidura.
Ballarín no es un político menor dentro de las filas del Partido Popular. Mucho antes de que Mariano Rajoy se decantara por Cristina Cifuentes como candidata a la Comunidad de Madrid, el concejal de Alberto Ruiz Galardón y Ana Botella había desplegado una arrolladora campaña interna para promover a la ex delegada del gobierno en Madrid. «Tiene muchos enemigos. Sólo Cifuentes lo ha defendido hasta el final por la larga amistad que los une», explica a este medio un veterano político del PP de Madrid.
Pese a la retirada de su imputación, sus propios compañeros de partido lo acusan de estar imputado. «Tiene una demanda civil por fraude electoral. Es uno de los acusados por usar dinero del partido y del propio Ayuntamiento de Madrid para su campaña personal. Y el juez ha admitido a trámite la denuncia», explica José Carril, ex portavoz de la junta de distrito Moncloa-Aravaca y que compitió con Ballarín en un proceso electoral interno.
La modelo asesora de cultura
El polémico dirigente acumula un historial salpicado por denuncias de la oposición, contrataciones cuestionadas y un manejo presupuestario que intenta sortear los controles. Es conocido por utilizar de forma reiterada los contratos menores, es decir, de adjudicar casi todos los servicios por menos de 18.000 euros. La práctica, denunciada por la oposición municipal, podría esconder una estrategia para burlar los controles y la fiscalización.
Ballarín fue acusado a finales del año pasado por el grupo de UPyD de trocear el coste de 85.000 euros de una ópera –su verdadera y auténtica afición– en varios contratos menores con el propósito de ejecutar adjudicaciones directas. «Es un hombre muy déspota con su equipo y ni Gallardón ni Aguirre lo querían en sus listas. Ha sobrevivido gracias a Cifuentes, que ahora está entre la espada y la pared», explican desde su partido.
Conocido por su gusto por las fiestas nocturnas, causó un terremoto en la política local cuando contrató como asesora cultural a Cintia Martínez, presentadora de televisión de programas de Call TV y que hizo currículum como Miss Barcelona, y como modelo en portada de la revista Interviú.
Ballarín (primero por la derecha) en una mesa con el pequeño Nicolás.
Padrino del pequeño Nicolás
Pero la guinda de la trayectoria de Ballarín ha sido la de ejercer como mentor del pequeño Nicolás, un rol ampliamente conocido por los trabajadores municipales, en especial por los funcionarios y políticos del distrito de Moncloa-Aravaca que el joven utilizaba como su despacho habitual.
Fue Ballarín quien pidió ayuda al Instituto Ortega y Gasset para que el pequeño Nicolás recibiera trato de atleta de alta competición, una condición que le permitía al joven disponer de un horario privilegiado, según fuentes municipales.
Ballarín creó un comité juvenil en el distrito de Moncloa-Aravaca con la única intención de que el pequeño Nicolás tuviese un organismo que presidir, según sus compañeros de partido. Sus propios compañeros han señalado al diputado electo de crear y promover la figura del pequeño Nicolás bajo el cobijo del PP. El año pasado salió ileso de las acusaciones. Si vuelve a repetir la hazaña, la investidura de Cristina Cifuentes penderá de un hilo.