Así controla Albert Rivera a los candidatos de Ciudadanos
La dirección del partido investiga a sus miembos y raciona las intervenciones públicas de sus portavoces para evitar baronías territoriales
A diferencia de Podemos, Ciudadanos tomó la decisión de concurrir a las elecciones municipales, lo que conllevó la expansión a marchas forzadas de un partido que nació y se desarrolló en Cataluña. La acelerada construcción de una estructura en las distintas comunidades obligó a la formación naranja a blindarse contra voces discordantes e infiltrados, lo que Fran Hervías, secretario de organización, definió como «oportunistas» que se suman al equipo de moda, aunque procedan de ideologías dispares, de la extrema derecha a la extrema izquierda, provocando un efecto «tóxico» para el partido.
En verano se contaban ya por cientos las bajas o los bloqueos a personas que intentaba afiliarse a Ciudadanos, que somete ahora a disciplina a los candidatos que conforman sus listas para las elecciones generales. Todo comienza con una carta ética que se preparó para las elecciones municipales y que buscaba garantizar que ninguna formación local llegaba a acuerdos de gobierno sin el visto bueno de la dirección. El mismo documento compromete a los nuevos miembros a no realizar declaraciones que puedan comprometer el discurso de Ciudadanos o «confundir» a los electores sobre el mismo. Está prohibido hablar incluso a «título personal» sin autorización de los órganos centrales.
Unidad de discurso
Esta política general se aplica, si bien será más suave estas semanas. Para la campaña de las generales se realizaron encuentros en Madrid con los cabezas de lista, bajo la premisa de hacer piña y unificar discurso. En Ciudadanos las definieron como unas jornadas de trabajo en equipo para detallar el proyecto del partido. A los candidatos se les pide que no se salgan de la línea, tanto en las intervenciones en los medios como en los actos que se celebren de cara al 20D. Se prevé más manga ancha en campaña, pues Albert Rivera, que será la imagen del partido y el gran protagonista, cederá galones a los candidatos para difundir el mensaje de Ciudadanos.
Algunos de los nuevos miembros se han quejado por lo que consideran un control exhaustivo de sus movimientos, que todos los partidos ejercen en mayor o menor medida, pero en PP o PSOE, con estructuras ya conformadas, de manera más laxa. Las advertencias sobre escritos u opiniones, según manifiestan, son frecuentes.
Veracidad de los datos
Los miembros del partido firman un documento en el que comprometen la veracidad de sus datos, que posteriormente pueden ser investigados por el partido. Del mismo modo, realizan una declaración jurada de bienes al acceder a cargo público y otra al salir, según está definido en el reglamento del partido, que tiene como último objetivo evitar las baronías territoriales.
La Comisión de Garantías, el órgano que vela por la democracia interna del partido, es la encargada de recopilar denuncias sobre incumplimentos o daños a la imagen de Ciudadanos por parte de sus miembros.