Asalto al botín de la UE: los barones del PSOE desbordan a Sánchez
La conferencia de presidentes autonómicos, que se reunirá el 31-J, se convierte en una rifa: del modelo de financiación a la reserva de medicamentos
Hay dos datos que a Pedro Sánchez le gusta recordar de su gestión de la pandemia. El primero es que el estado de alarma salvó 450.000 vidas. (Nadie sabe cómo hizo exactamente el cálculo, pero ahí está). El segundo es que reunió hasta 14 veces a los presidentes autonómicos de forma telemática. Se desconoce la utilidad de estas 14 citas, sobre todo porque varios de los participantes se declararon hartos de «los monólogos» dominicales de Sánchez. Añorado, quizá, de su encuentro semanal con ellos, el presidente del Gobierno ha convocado a los presidentes autonómicos a una nueva reunión que promete ser una rifa.
Será el próximo viernes, 31 de julio, y en este caso será presencial (en el municipio riojano de San Millán de la Cogolla). No tiene orden del día por el momento, pero a los presidentes autonómicos les sobran las ideas después de que la Unión Europea aprobara esta semana una inyección de 140.000 millones de euros para España en ayudas directas y préstamos.
Casi todos se han apresurado a confirmar su presencia, con la excepción de Quim Torra e Íñigo Urkullu, que todavía no saben cómo reflejar que quieren comer del mismo plato pero no en la misma mesa que el resto. Pueden ir o no ir, no saben.
Una lengua viperina de un gobierno autonómico dice que «a lo mejor Sánchez espera un recibimiento de aplausos como el de sus ministros en Moncloa» [no se pierdan el artículo de César Calderón]. Pero lo que se va a encontrar es algo muy distinto, puesto que los presidentes de las comunidades no acuden a la ovación, sino a que el jefe del Ejecutivo comience a firmar cheques a las autonomías porque son quienes soportan, al fin y al cabo, las competencias en sanidad, educación y otras políticas sociales.
El descontento con el fondo Covid
El Gobierno, antes de tocar la campana en la UE, ya habilitó un fondo de 16.000 millones destinado a las comunidades autónomas, pero el reparto del primer de los cuatro tramos previstos (julio, septiembre, noviembre y diciembre) ya ha provocado el malestar porque comunidades como Cantabria y Murcia consideran «injusta» la distribución. Protestan ambas porque los criterios de hospitalizaciones, pruebas PCR y población protegida han acabado castigando sus intereses.
De crisis sanitaria está previsto que se hable, y mucho. «Los gobiernos autonómicos son los que más están soportando esta crisis porque de ellos depende el coste sanitario, el refuerzo educativo y las políticas sociales. Es lógico que el Estado se reserve recursos para afrontar las prestaciones de desempleo. Pero una parte muy importante debe ir a las comunidades. Y en esto no creo que haya discrepancias autonómicas», dice un cargo autonómico.
La financiación autonómica
Hay cartas que ya están sobre la mesa y que no guardan ninguna relación directa con la coronacrisis. La cuestión del modelo de financiación autonómica, por ejemplo, saldrá a la palestra a través de los barones del PSOE. Defendederá la necesidad de su reforma el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y lo hará también el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page.
No se quedará aquí García-Page, que también quiere concreciones sobre una reserva estratégica de medicamentos y de vacunas contra la Covid-19, una vez ésta se desarrolle, para evitar problemas de falta de suministro (como ocurrió en su momento con las mascarillas).
Cada uno tiene su guion. Representantes del gobierno vasco exigen una reunión previa de la comisión mixta de concierto económico para acordar la capacidad de endeudamiento «como consecuencia de la caída de recaudación».
Navarra quiere que se «clarifiquen» sus posibilidades financieras tras quedar fuera del fondo Covid por disfrutar de su régimen fiscal propio.
Y Galicia se pregunta si va a abordarse un plan de brotes nacional y una ley orgánica de Salud Pública para evitar un nuevo estado de alarma.
Todos los gobiernos autonómicos tienen asuntos que plantear, pero nadie se lleva a engaño: va a haber codazos por el botín de la UE. La carrera previa a la conferencia de presidentes ya ha comenzado y no hay tiempo que perder. El desembolso de los fondos comenzará en 2021 y se extenderá hasta 2023.