Artur Mas se ‘reencarnará’ en Lluís Companys durante su declaración por el 9N
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña facilita el lucimiento del presidente en funciones de la Generalitat, que este martes declarará como imputado por la consulta del pasado mes de noviembre
Como presidente de la Generalitat, Artur Mas tenía la prerrogativa de declarar en su despacho, tal como hizo Jordi Pujol el 2 de octubre de 1984 cuando estaba acusado por el caso Banca Catalana. Entonces, el juez Ignacio de Lecea, acompañado por los fiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo, acudió a la Casa dels Canonges, la residencia oficial del presidente de la Generalitat, para tomarle declaración durante casi dos horas.
Tres décadas después, Artur Mas prefiere declarar este jueves ante el juez instructor del caso 9-N en el Palacio de Justicia de Barcelona, sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en olor de multitudes porque delante de sus puertas se encontrará una concentración de ciudadanos y cargos electos convocados por las entidades independentistas que apoyan Junts pel Sí.
Artur Mas declarará como imputado en el Palacio de Justicia, situado en el paseo Lluís Companys, precisamente el 15 de octubre, coincidiendo con el 75 aniversario del fusilamiento del presidente Lluís Companys por el régimen franquista. El gobierno de la Generalitat, Convergència y Junts pel Sí se han propuesto sacar todo el rendimiento político y mediático de esta situación cuando están en plena negociación con la CUP para que Artur Mas continúe una legislatura más al mando del ejecutivo catalán.
Ofrendas en Montjuïc
Desde el gabinete de prensa de Presidencia de la Generalitat se asegura que la agenda de Artur Mas para el 15 de octubre todavía no está cerrada, que no se hará pública hasta un día antes, pero fuentes de su partido avanzan que, «como cada año», aquel día debe encabezar la ofrenda floral a Lluís Companys.
Si se repite la ceremonia de las últimas ediciones, una comitiva formada por Mas y diversos de sus consejeros depositará una ofrenda en el monumento a Companys situada en el Fossar de Santa Eulàlia del castillo de Montjuïc, donde fue fusilado el presidente de la Generalitat republicana, y a continuación se dirigirán al Fossar de la Pedrera, en el cementerio de Montjuïc, para efectuar un segundo homenaje ante su tumba. Después, Mas se desplazará a la sede del TSJC, donde está citado a las 10 de la mañana.
El fusilamiento de Mas
El homenaje a Companys del año pasado, cuando ni siquiera se había convocado la consulta del 9-N, ya levantó polémica. Miguel Ángel Rodríguez, que fue portavoz del primer gobierno de José María Aznar, dijo en Antena 3 que «el problema que tiene Mas es que quiere ser víctima de alguien y como nadie le hace ni caso está desesperado. Lo que le falta es un fusilamiento. Entonces estaría estupendo». En su cuenta de Twitter, el socialista Joaquín Leguina también apuntó que «Mas, como los niños malcriados, está pidiendo a gritos un par de bofetadas para luego hacerse el mártir, como Lluís Companys».
Como si quisiera calentar el ambiente, sin saber que sería citado a declarar coincidiendo con el aniversario del fusilamiento de Companys, Artur Mas escribió un artículo sobre el llamado presidente mártir para ‘Libération’, el diario de la izquierda francesa, titulado «Homenaje a un defensor de las instituciones catalanas». El texto apareció publicado el 13 de agosto pasado, precisamente cuando se cumplían 75 años de la detención de Companys en Francia por parte de la Gestapo.
En el artículo Mas subraya que Companys «luchó y murió por defender las instituciones catalanas», no solo «contra la rebelión fascista del general Franco, sino también contra un Gobierno español poco respetuoso con la identidad y las instituciones catalanas».
Apropiación de la figura del presidente mártir
Artur Mas se ha apropiado la figura de Lluís Companys. Curiosamente, los dirigentes convergentes siempre se habían sentido más próximos a la herencia política e ideológica del presidente Francesc Macià (1859-1933) que a la de Lluís Companys (1882-1940), que denostaban por revolucionario. Pero Artur Mas se identifica ahora más con el presidente mártir porque le sirve para sus propósitos políticos.
Además, el TSJC facilitará el lucimiento del todavía President en funciones. En un comunicado, el alto tribunal catalán recuerda a los medios de comunicación que las declaraciones de los imputados cuando el proceso se encuentra en fase de instrucción no son públicas, sin embargo los profesionales de la comunicación pueden «acreditarse para acceder al Palacio de Justicia para trabajar y esperar la posible comparecencia pública de los querellados», una vez hayan declarado ante el juez.
Las cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas se ubicarán en la primera planta, en las dependencias de los Passos Perduts, donde previsiblemente acudirá Artur Mas, esta vez para declarar ante la prensa. Dos días antes, este mismo operativo se repetirá con la exvicepresidenta Joana Ortega y con la consejera Irene Rigau, también imputadas por la convocatoria del 9-N.
Malestar en la cúpula judicial
Fuentes judiciales explican que en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sienta fatal que el juez instructor del caso 9-N, Joan Manel Abril, haya esperado nueve meses para citar como imputado al presidente Mas desde que la Fiscalía presentó la querella, y que además lo haya hecho dos días después de las elecciones catalanas. Algún magistrado se pregunta si se trata de una casualidad o de una decisión adrede.
Por cierto, este mes de octubre termina el mandato de cinco años del actual presidente del TSJC, Miguel Ángel Gimeno. Su deseo es continuar, pero, según se explica en círculos judiciales, el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, ya lo ha sentenciado y no continuará. La lentitud en la instrucción del sumario del 9-N y lo que consideran condescendencia con el presidente Mas provocan enojo en el gobierno de los jueces.