Artur Mas pide al Pdecat una lista «de suma» para batir a Puigdemont
El expresidente de la Generalitat, descolocado porque muchos de los suyos han seguido a Puigdemont, medita sus próximos pasos
Artur Mas guarda silencio 48 horas después de que Carles Puigdemont rompiera el carnet del Pdecat para volcarse con Junts per Catalunya. Pero Mas ya ha hecho llegar dos mensajes a la dirección del Pdecat, liderada por David Bonvehí: no se marcha del partido pero considera que es necesario que el partido apueste por algún tipo de alianza soberanista para afrontar con mejores garantías las próximas elecciones catalanas. Es decir, por lo más parecido a un Junts pel Sí (la lista independentista presentada en 2015).
En realidad, la ruptura de Puigdemont con el Pdecat no ha dolido tanto a Mas como la de otros hombres que fueron de su estrecha confianza durante su largo liderazgo en Convergència y que ahora han buscado refugio en el proyecto del líder huido.
Figuras como Jordi Turull y Josep Rull, que ocuparon destacados puestos de responsabilidad durante su etapa como líder de CDC, han seguido la llamada de Puigdemont, lo cual ha descolocado a Mas, al fin y al cabo el hombre que los promocionó tanto a ellos como al propio expresidente huido.
Fuentes consultadas aseguran que a Mas «le está costando digerir» el cisma producido en las últimas horas por previsible que fuera después de meses y meses de contradicciones. Y aseguran que no piensa colocarse en primera línea para plantar cara a Puigdemont, pero tampoco piensa permanecer callado. «Esperamos que en los próximos días diga algo de forma pública», dicen en el Pdecat.
¿Mas en campaña?
En el Pdecat prefieren no hacerse demasiadas ilusiones respecto al protagonismo que vaya a adquirir Mas en los próximos meses por un motivo. «Todos pensamos, comenzando por el propio Mas, que Àngels Chacon (consellera de Empresa de la Generalitat) puede ser una buena candidata para las elecciones, no tanto porque tenga tirón sino porque tiene solidez como política y una trayectoria con cara y ojos. Pero si Mas aparece en campaña se la come porque todos los medios le prestarán más atención a él que a Chacon. Es complicado», analizan en el cuartel de estrategia del Pdecat.
¿Significa eso que la dirección del Pdecat no quiere a Mas en campaña? «Ni mucho menos. Lo deseable es que participe. Pero hay que ver dos cosas: a qué está dispuesto Mas en función del tipo de lista que se articule y qué nos parece más conveniente a todos para hacer una buena campaña con una candidata que está por hacer. Y ahora, sinceramente, nada de esto está claro».
No lo tiene sencillo el Pdecat porque Puigdemont ya ha demostrado la eficacia electoral de su mensaje simple y contundente basado en alentar la confrontación con el Estado (sea dirigida contra el Rey o contra el Gobierno) y en animar a la independencia por todos los medios. En el mensaje del Pdecat hay bastante más matices, menos excitación y, sobre todo, menos rostros conocidos para trasladarlo. «Centremos el país», repiten, de momento, sin mucho éxito.
Los pronósticos electorales, de hecho, ya han comenzado. El Pdecat asume que la capacidad de atracción de Puigdemont en las urnas. No ganó las elecciones al Parlament de Cataluña de diciembre de 2017, ya fugado a Bélgica, porque lo hizo Ciudadanos, pero sí que se impuso contra pronóstico a la ERC de Oriol Junqueras. Y volvió a vencerlo en Cataluña en las últimas europeas.
El pronóstico electoral
¿Qué números hay sobre la mesa? «Puigdemont puede colocarse en unos 24 escaños. El Pdecat puede estar entre los 6 y los 10», dicen fuentes del partido de Bonvehí, que reconocen que no hay otro camino ahora que asumir la disminución de su peso político.
Señalan dos áreas prioritarias para mantenerse en pie: el área metropolitana de Barcelona donde Puigdemont es incapaz de penetrar y el área metropolitana de Tarragona donde el Pdecat conserva una sólida implantación de cuadros territoriales y puede practicar su independentismo pragmático con cierta desenvoltura.
Antes, sin embargo, el partido de Bonvehí necesita recomponer su organización interna a nivel local y comarcal. Necesita contar los dirigentes que han salido del Pdecat con la promesa de un cargo mejor en la Cataluña dominada por Puigdemont y medir con exactitud las fuerzas que tiene para la campaña.
Y con todo eso lanzarse a una campaña todavía de fecha incierta. Asegura el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que tiene en mente la fecha y que apenas nadie la conoce. Pero las especulaciones son inevitables.
El debate a la vista
La mayoría de fuentes consultadas apuestan porque las elecciones no tendrán lugar hasta principios del año que viene y las menos consideran que hay una posibilidad de que se celebren este año: y consiste en que Torra aproveche el debate de política general en el Parlament (entre el 16 y el 18 de septiembre), coincidiendo con la vista sobre la inhabilitación del presidente de la Generalitat en el Tribunal Supremo (TS), que será el 17 de septiembre, para anunciar las elecciones.
Si opta por esta opción, la fecha que encajaría para la llamada a las urnas sería la del domingo, 15 de noviembre. Pero nadie se atreve a jugar dinero estando Torra de por medio.