Artur Mas desvela coacciones de Puigdemont en el Pdecat
El expresidente de la Generalitat Artur Mas: "Mucha gente se ha encontrado entre la espada y la pared", dice sobre la marcha de cuadros del Pdecat a Junts
Artur Mas ha roto este lunes su silencio después de varias semanas de permanecer callado. Lo ha roto, ha explicado, después de que Carles Puigdemont haya abandonado el Pdecat, después de que Quim Torra haya expulsado a la consellera de Empresa, Àngels Chacón (Pdecat), de la Generalitat y de que muchos cuadros del Pdecat se hayan visto forzados a escoger partido político. «No son decisiones neutrales ni gratuitas», ha dicho Mas, que ha confesado sentirse «triste, decepcionado y cabreado».
Mas ha subrayado que no ha querido hablar hasta el momento para no perjudicar las conversaciones de Puigdemont y el Pdecat en busca de la unidad de su espacio político, pero que finalmente se ha decidido a hablar después de «las grietas» que se han abierto.
La primera decisión de Mas, después de los desaires de Puigdemont y de Torra, es quedarse en el Pdecat, donde permanecerá en la sombra aunque sin renunciar a su influencia.
«Me quedo donde ya estoy, simplemente no me marcho, pero no tengo voluntad de protagonismo. No me puedo añadir a un proyecto (el de Junts y Puigdemont) que comporta el riesgo de separación después de una trayectoria de 30 años de proyectos de suma (CDC, CiU, la Casa Gran del Catalanisme y Junts pel Sí», ha manifestado.
Aunque el expresidente de la Generalitat asume que la separación del espacio postconvergente puede ser inevitable, ha dicho que su intención es «rehacer puentes» para lograr in extremis, antes de las elecciones, una recomposición de Junts y del Pdecat, sea con una coalición electoral o sea con otra fórmula.
Artur Mas: «Mucha gente tiene el corazón partido»
Mas ha combinado los ataques a Puigdemont y Torra con los mensajes de mano tendida. Ataques porque ambos han forzado a muchos dirigentes a decidir entre Junts y el Pdecat, y llamadas a la reconciliación para afrontar en mejores condiciones el proyecto soberanista.
«Mucha gente me ha dicho que tiene el corazón partido porque ha tenido que decidir si se queda o se va. Esto me ha ocurrido a mí mismo. Mucha gente se ha encontrado entre la espada y la pared», ha desvelado.
Pese a revelar estas presiones internas, Mas ha descartado su regreso a la primera línea política, a pesar de que ya ha cumplido su condena por organizar el 9-N y no está inhabilitado.
«No volveré a la primera línea política. Durante este tiempo he dejado una pequeña puerta abierta por si se me reclamaba ayuda interna. Pero no tendré ningún cargo en el Pdecat, no estaré en ninguna lista electoral y no quiero ningún cargo de gobierno. No quiero protagonismo de partido ni de gobierno», ha zanjado.
¿A qué se va a dedicar Mas entonces? El expresidente de la Generalitat ha sido algo confuso en este punto porque su objetivo, ha dicho, es «subrayar más» su «perfil institucional como expresident».
Una de las propuestas que va a defender consiste en la recomposición del proyecto interno del espacio de postconvergente, que se resiste a dar por roto pese a las evidencias. «Hay diversas fórmulas para las elecciones y ya se han puesto sobre la mesa. Lo que hace falta es la sintonía suficiente para el encaje. Yo puedo ayudar. Propuse que Junts se constituyera como un solo partido con el Pdecat, pero no fue posible. Si eso no es posible, defiendo una coalición», ha argumentado.