Arrimadas se queda sola en Ciudadanos
La líder de Ciudadanos convoca el lunes Ejecutiva Nacional del partido, tras las quejas de dirigentes de peso como Toni Cantó, Begoña Villacís o Juan Marín.
Ciudadanos acorrala a Inés Arrimadas. La mayoría de dirigentes de peso exigen una reunión urgente para que Arrimadas y su núcleo más próximo expliquen los últimos movimientos. Las caras más visibles dentro del partido se quejan de que la propia ejecutiva desconocía las negociaciones con el PSOE y lo que ha sucedido en las últimas horas en Murcia, a raíz del pacto con el PP.
Dicho y hecho. La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha convocado el próximo lunes la Ejecutiva Nacional del partido para dar la cara y, sobre todo, explicar todos los movimientos dados por el partido, tanto voluntaria como involuntariamente, hasta ahora, según explican fuentes de la dirección. «Aquí no se esconde nadie», señalan desde la dirección nacional.
«Se hace más necesario que nunca la convocatoria de un Comité Ejecutivo. Cs nunca ha tenido miedo a rendir cuentas, ni al debate, ni a las explicaciones. Así ha sido siempre, y así debe seguir siendo». El comentario que vuelve abrir la veda entre los dirigentes de Cs molestos con su líder ha sido la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Justamente, la dirigente que podría sustituir a Ignacio Aguado en Madrid, según consideran varios dirigentes de peso en el partido.
Villacís planta cara a Arrimadas y le recuerda lo que ya solicitó su compañero, el portavoz de Cs en las Cortes Valencianas, Toni Cantó. «Cualquiera que me conozca puede imaginar qué pienso de la decisión que ha tomado mi partido en Murcia y de las consecuencias que eso acarrea. Como gran parte de la ejecutiva, no era conocedor de esta decisión. He pedido una convocatoria urgente para trasladar allí mi opinión», publicó el valenciano esta semana. Pero este viernes se suma a Villacís para expresar: «No tengo palabras. Y por desgracia, seguimos sin ejecutiva convocada donde expresarlas».
Estos mensajes también han sido respaldados por otras caras visibles dentro del partido como la de Adrián Vázquez, eurodiputado de Cs y presidente de la Comisión de Justicia que esta semana levantó la inmunidad a Carles Puigdemont. El eurodiputado retuiteó los mensajes de sus compañeros en las redes sociales.
El resto prefiere aguantar la vergüenza y no comentar nada en público, pero en privado ya hablan de «chapuza de Arrimadas» y de su «mano derecha» el vicesecretario Carlos Cuadrado, con quien negoció Moncloa y el PSOE la moción de censura en Murcia y de quien se habla que podría abandonar la formación este mismo lunes si la ejecutiva exigen que se depuren responsabilidades.
«Estamos haciendo el mayor de los ridículos», señala un parlamentario de Cs. Desde este aspecto señalan que Ciudadanos estaba en el Gobierno regional murciano y, además, prácticamente en plano de igualdad, con 4 consejeros de 10, a pesar de que sólo obtuvo 6 escaños de los 45 que conforman la Asamblea Regional de Murcia.
“Se piensan que con esto se van a salvar”, contesta otro dirigente molesto con los últimos movimientos. “El alejarse del PP nos va a costar más caro todavía”, incide. A esto se suma el comentario que le hizo este jueves Villacís al líder del PP, Pablo Casado, cuando pensaba que no la escuchaba nadie: «En Madrid nos habéis jodido».
Decae el pacto con el PSOE y no habrá moción
Todo ha vuelto a saltar por los aires este viernes tras el anuncio de un acuerdo en Murcia entre PP y Cs. Los naranjas lo negaban, mientras el presidente popular de Murcia, Fernando López Miras, preparaba la rueda de prensa junto a la vicepresidenta de Cs en la región, Isabel Franco.
Horas antes, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se trasladó a Murcia para cerrar el acuerdo junto a Miras con los tres diputados naranjas, que rompen de facto el decreto firmado para celebrar junto al PSOE la moción de censura. La propia vicepresidenta de Cs se defendía señalando que firmó ese decreto «por disciplina con mi partido y mi percepción empezó a cambiar», señaló.
El miedo a un posible ‘Tamayazo’ sobrevolaba en Madrid este viernes. Tal y como publicó Economía Digital, la dirección nacional estaba haciendo llamadas a los suyos para seguir cerrando filas hasta que se celebrase la moción porque esperaban que Franco y algunos dirigentes más cuestionasen el giro al PSOE.
En concreto también apoyan a la vicepresidenta de Cs en Murcia, Francisco Álvarez, un diputado muy próximo a Franco y Valle Miguélez, que fue la única diputada que alzó la voz contra Cuadrado cuando éste les convocó para firmar la moción de censura, aunque finalmente Miguélez la acabó firmando.
Asimismo, se ha puesto en duda al titular de Empleo de Cs en Murcia, Miguel Motas. Uno de los motivos es que López Miras todavía no le ha cesado junto a Franco, mientras que al resto de dirigentes de Cs enseguida los cesó acusándoles de “traidores”. En el PP de Murcia se escudan y aseguran que estos dos diputados de Cs no forman parte de la ejecutiva naranja y, por lo tanto, no estaban al tanto de “la trampa contra nosotros”.
Las negociaciones de última hora entre PP y Cs salvan el Gobierno de Murcia y a su presidente Fernando López Miras. Mientras en Génova respiran tranquilos y se felicitan por la intervención de García Egea, en Ciudadanos reclamarán responsabilidades en la ejecutiva que el partido celebrará el próximo lunes.