Arrimadas remodela la cúpula de Ciudadanos con Villacís, Aguado y Marín
La líder naranja acoge a los críticos para intentar salvar el partido de una debacle mayor
Alud de cambios en la dirección de Ciudadanos. Inés Arrimadas ha acercado a la cúpula del partido a Begoña Villacís, Ignacio Aguado, Toni Cantó y Juan Marín. No obstante, al final de la reunión extraordinaria de la ejecutiva permanente de la formación que se ha celebrado este lunes, Cantó ha dimitido del partido y, por ende, del nuevo cargo.
La presidenta de Ciudadanos ha propuesto crear un comité permanente «de concentración» en el que estarían algunos de sus principales críticos, como por ejemplo Cantó, Villacís o Marín, que la semana pasada manifestaron su sorpresa ante la decisión de Cs de pactar con el PSOE mociones de censura contra los gobiernos que comparte con el PP en Murcia.
Este nuevo equipo, según ha avanzado la Cadena Ser, tendría a Arrimadas como presidenta, a Marina Bravo como secretaria general, a Edmundo Bal como portavoz y a Melisa Rodríguez como portavoz adjunta. Los hasta hoy vicesecretarios de la cúpula de Cs, Carlos Cuadrado y José María Espejo, han abandonado estos cargos.
Así, Cuadrado y Espejo —señalados desde hace meses por el sector más crítico— pasarán a ser secretarios de esta ejecutiva permanente «de concentración»; es decir, dejarán de tener poder ejecutivo pero seguirán en el círculo de máxima confianza de Arrimadas. Villacís, Aguado y Marín también se convertirán en secretarios de este nuevo equipo.
Los otros secretarios de esta ejecutiva «de concentración» serán Jordi Cañas, Guillermo Díaz, Sara Giménez, Fernando Giner, Borja González y Daniel Pérez. En total, se trata de once secretarios y cuatro altos cargos que tendrán la misión de salvar a Cs en un momento en el que su existencia está en jaque, o al menos está puesta en cuestión.
Arrimadas modifica su núcleo duro
Cabe recordar que Ciudadanos tenía hasta esta mañana un comité permanente participado por Arrimadas, Bravo, Cuadrado, Espejo, Rodríguez, Bal y González. Asimismo, tenía un comité ejecutivo con participación de Aguado, Marín, Villacís, Cantó, Cañas, Díaz y otras figuras como Carlos Carrizosa o Ana Martínez.
De momento se desconoce cómo seguirán esos órganos internos de Cs después de la creación de una permanente «de concentración». El anteriormente citado comité permanente es el núcleo duro de decisión de Arrimadas; por ejemplo, la decisión de presentar las mociones de censura en Murcia se capitaneó desde allí.
Precisamente, muchas de las críticas internas a Arrimadas pasan por el hecho de que ha tomado decisiones de calado desde el comité permanente que han cogido por sorpresa a otros miembros del partido que tienen más poder institucional que la líder del partido, que actualmente es la portavoz de un grupo de apenas diez diputados en el Congreso.
Tras varias debacles electorales consecutivas que llegaron hasta el descalabro en Cataluña, donde Cs pasó de ganar las elecciones a ser la séptima fuerza del Parlament, Arrimadas ha afrontado una crisis que llegó a su punto más alto hasta ahora cuando varios miembros del partido se rebelaron contra las mociones de censura en Murcia.
Tres diputados autonómicos naranjas negociaron con el PP mantener a Fernando López Miras como presidente de Murcia a cambio de entrar en consejerías del Gobierno regional, lo que previsiblemente hará decaer la moción de censura en ese parlamento que Cs acordó con el PSOE. No obstante, los naranjas aún no la dan por perdida.
El anuncio de esas mociones de censura en Murcia precipitó además la salida de dirigentes como Fran Hervías, exsecretario de organización del partido que este fin de semana anunció su salto al PP. Hervías era uno de los últimos hombres fuertes de Albert Rivera que quedaban en el partido y se ha marchado entre fuertes críticas al Cs de Arrimadas.