Arrancan las hostilidades entre CEOE y la nueva patronal de pymes: primer enfrentamiento por la ley de morosidad

La gran organización empresarial española trató de boicotear el nacimiento de la institución de pymes y ahora sufre los ataques de su entorno en el debate de la norma Crea y Crece

La presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona, Mónica Roca (c) junto al presidente de Foment del Treball Nacional y vicepresidente de la CEOE, Josep Sánchez Llibre (i) y del presidente de PIMEC, Antoni Cañete (d). EFE/Andreu Dalmau

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A la espera de la batalla por la representatividad patronal, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la recién creada Conpymes ya libran sus primeros enfrentamientos dialecticos. No lo hacen cara a cara, sino que se encaran a través de organizaciones vinculadas y con la ley de morosidad Crea y Crece como telón de fondo. La diferencia: la dureza del Gobierno con las compañías que no estén al día de pagos con sus proveedores.

Miembro de la CEOE, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) cargó a comienzos de diciembre contra la norma por la prohibición a las empresas morosas de acceder a subvenciones públicas. «Es desproporcionado», denunció. «Entendemos que una sanción tan grave (que implicaría la imposibilidad de acceder a los fondos europeos) puede ser contraproducente desde el punto de vista de la seguridad jurídica», añadió.

Las palabras dieron la munición que necesitaba a la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, liderada por Antoni Cañete, uno de los grandes impulsores de Conpymes desde Pimec. «Cepyme no protege a las pymes con voz propia, sino a los intereses de las grandes compañías», respondió. Uno de los principales argumentos utilizados para justificar la creación de la nueva patronal de pymes a nivel nacional.

El cruce de declaraciones no escaló por el momento de tono. Se limitó a un enfrentamiento mediático que sí evidenció la falta de sintonía entre la patronal Conpymes, encabezada José María Torres, y Cepyme, dirigida por Gerardo Cueva. Y eso que no se abrió el melón de la representatividad, algo que la nueva institución ya ha solicitado al Ministerio de Trabajo, aunque todavía sin resultados.

Pero desde el entorno de Conypmes no dudan en denunciar que CEOE ya puso en marcha toda su maquinaria para frenar las aspiraciones de la organización surgida de las entrañas de Pimec. Para empezar, poniéndose en contacto con las asociaciones que integran la nueva patronal para que se integrasen en Cepyme o en la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y abandonaran el nuevo proyecto empresarial.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, durante el 23 Congreso Nacional de la Empresa Familiar celebrado este lunes en Casa América, en Madrid. EFE/Ballesteros POOL
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi. EFE/Ballesteros POOL

No solo eso. Las mismas fuentes añaden que varios integrantes de la plataforma contra la morosidad trataron de echar por tierra sus demandas. Las criticas se centran en federaciones cercanas a la CEOE como puede ser la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal), la Asociación Nacional de Almacenistas Distribuidores de Material Eléctrico (Adime) y la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum).

A pesar de las maniobras, las fuentes de la CEOE consultadas por Economía Digital siempre quitaron hierro de forma oficial a las reivindicaciones Conpymes. Solo el presidente de la confederación, Antonio Garamendi, salió al paso para defender que ellso y representan a los empresarios «pequeños y grandes de todos los territorios» y aseguro contar con «toda la legitimidad y la representatividad de todos los empresarios».

En su defensa, parece complicado que la nueva patronal pueda obtener a corto plazo la representatividad que las pymes sí obtuvieron en Cataluña, donde Pimec tiene la mitad del peso tras un acuerdo alcanzado con Foment del Treball (que ostenta el 50% restante) tras años de conflicto. Visto el tono de la CEOE, se antoja un proceso largo.

Conpymes, «la patronal de Podemos»

En un momento de tensión entre el Gobierno y el empresariado por la negociación de la Reforma Laboral, la irrupción de Conpymes en la esfera pública despertó suspicacias entre la gran empresa. Tampoco es fácil encontrar un mes plácido en las comunicaciones entre ambas partes tras la subida del salario mínimo o las diferencias en materia tributaria.

«Es la patronal roja», se llegó a escuchar en algunos círculos. Más después de que la vicepresidenta Yolanda Díaz y Begoña Gómez, directora titular de una cátedra de la Universidad Complutense y mujer de Pedro Sánchez, acudiesen a su presentación en sociedad. Como ya explicó Economía Digital, desde la CEOE se tomó como una traición la presencia de ambas dirigentes y se intuyó que suponía un apoyo velado a la institución.

«Habría que preguntar a la ministra o a la mujer del presidente a ver qué hacían allí», se limitó a decir Garamendi cuando fue consultado. Desde el entorno de Conpymes quitan hierro a la relación, aunque sí es cierto que su discurso (más progresista que el de la CEOE) casa mejor con las políticas del Ejecutivo de Sánchez.

Sin embargo, tratan de quitarse la etiqueta de patronal roja o patronal independentista, como se la ha calificado por su origen catalán. El nombramiento de José María Torres, que lidera la oposición a la presidencia independentista de la Cambra de Barcelona, es una manera de quitarse el sambenito, aunque aseguren que no se le escogió por este motivo.

Carles Huguet

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