Aragonès pone fecha a la mesa del diálogo con Sánchez: antes del verano
El presidente catalán apremia a Pedro Sánchez a reactivar las negociaciones: "No tenemos que dejar pasar mucho más tiempo"
La decisión de Pedro Sánchez de estudiar los indultos de los políticos presos por el juicio del ‘procés’ ha allanado el camino para que se reconduzcan las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat. El flamante presidente de Cataluña, Pere Aragonès, ha aprovechado este nuevo escenario político para exigir que se reactive la mesa de diálogo antes de que arranque el verano. Será allí, donde las dos administraciones buscarán solución al conflicto catalán.
La crisis sanitaria del coronavirus y la inhabilitación de Quim Torra dilapidaron este punto de encuentro que ahora se podrá desencallar casi un año después, cuando las formaciones independentistas han logrado ponerse de acuerdo para investir al líder de Esquerra Republicana como presidente. «No tenemos que dejar pasar mucho más tiempo. Por lo tanto, antes de las vacaciones de verano, hay que poner en marcha la mesa de negociación», ha expresado Aragonès en una entrevista con el Diari Ara.
Aragonès ha marcado la mesa de diálogo como el lugar idóneo para negociar sus dos principales apuestas secesionistas: el referéndum de autodeterminación y la amnistía de los líderes políticos condenados por la declaración unilateral de independencia de 2017. «Sé que la resolución del conflicto no llegará de la noche a la mañana, pero también sé que tenemos que intentar», ha indicado.
La postura negociadora del líder republicano ya le ha costado buena parte de los desencuentros con el resto de sus socios independentistas, dejando en el aire hasta el último minuto la formación del Gobierno. Tanto Junts como la CUP han mostrado su escepticismo con que las negociaciones con el Gobierno de España puedan facilitar la consecución de sus objetivos políticos.
La formación neoconvergente ha accedido finalmente a retomar las negociaciones con Pedro Sánchez como parte de su acuerdo de coalición, aunque ya ha advertido que no está dispuesta a suavizar el contenido que se abordará. «La mesa de diálogo tiene que abordar la resolución del conflicto, no otras cuestiones», ha enfatizado el nuevo vicepresidente catalán, Jordi Puigneró. Más intransigentes han sido los anticapitalistas que lo ven como una alternativa «fallida».
El plazo para poder encontrar una solución es de dos años, hasta que finalice la legislatura en España. Solo entonces, Aragonès se plantearía otra vía que no supusiese una negociación previa con el Estado. «Si es imposible llegar a algún tipo de acuerdo o si hay margen suficiente para seguir explorándolo y, a partir de ahí, plantearse el siguiente paso», ha expresado.
El Gobierno de Pedro Sánchez quiere reanudar la mesa de diálogo
El líder de Esquerra ha recogido el guante que ya le tendió el Gobierno de Pedro Sánchez. La ministra portavoz, María Jesús Montero, fue la primera en pedir públicamente que se recuperasen las negociaciones, justo después de que ERC y Junts anunciasen a los medios un acuerdo de legislatura. «Creemos que hay que recuperar la mesa de diálogo”, expresó entonces la política socialista.
Montero apostó por volver a sentarse en la mesa junto con los líderes independentistas para buscar una solución a largo plazo para el conflicto independentista, aunque se mostró escéptica con la posición tu que tomará la Generalitat, después de que haya fracasado la opción de colocar a Salvador Illa como presidente de Cataluña. «Creemos necesario ese diálogo con Cataluña y esperemos que el nuevo gobierno no se dedique a la confrontación«, indicó.
Su paso adelante se suma a otros gestos que han mantenido en los últimos días el resto de ministros. El titular de Política Territorial, Miquel Iceta, ya hizo un llamamiento a todas las fuerzas independentistas en el Senado, incluido Junts, para que accedan a negociar con ellos. «Si de verdad hay voluntad de reencuentro, ahí nos reencontraremos”, afirmó el que fuera cabeza de lista del PSC en Cataluña.