Aragonès nombra directora general de Cambio Climático a una antieólica de la CUP
La exdiputada y ambientóloga Mireia Boya se incorporará relevará a Marc Sanglas, quien pasó hace días a ser nuevo secretario de Movilidad y Logística del Departamento de Territorio
La exdiputada de la CUP y ambientóloga Mireia Boya será la nueva directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat, después de que el Departamento de Acción Climática así se lo haya ofrecido, un nombramiento que se materializará en próximas semanas.
Boya se incorporará así a la consellería que encabeza Teresa Jordà, para relevar a Marc Sanglas, quien pasó hace días a ser nuevo secretario de Movilidad y Logística del Departamento de Territorio, según han indicado fuentes del Govern al diario Nació Digital.
Así, la incorporación de Boya se suma a la voluntad del presidente catalán, Pere Aragonès, de que el Ejecutivo de ERC en solitario sea el «Govern del 80%» y represente la vía amplia que reivindican los republicanos tras el nombramiento de consellers independientes provenientes de CDC, Carles Campuzano, PSC, Quim Nadal, y Podem, Gemma Ubasart.
Mireia Boya
Boya fue diputada de la CUP entre 2015 y 2017, y se dio de baja del partido en junio porque considera que la formación no gestionó bien el presunto acoso que aseguró haber sufrido por parte de un dirigente ‘cupaire’ en su etapa en la Cámara catalana.
Además, fue juzgada en 2020 por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) junto a los exmiembros de la Mesa del Parlament la legislatura del 1-O por presuntamente no acatar al Tribunal Constitucional (TC) y tramitar resoluciones relacionadas con el proceso independentista de pero fue absuelta.
Despliegue de energías renovables en Cataluña
La formación anticapitalista a la que pertenece Boya ha dejado claro en numerosas ocasiones su posicionamiento respecto de la energía eólica. Y es que los ‘cupaires’ apuestan por un modelo de implantación de renovables en el territorio que se haga «de forma democrática, distribuida y territorialmente cohesionada», tal y como remarcaron cuando votaron en contra del decreto del Govern de aceleración del despliegue de energías renovables.
Pues, para la formación se debe evitar «dar carta blanca a los oligopolios energéticos» y, por ello, pidieron más protección del territorio, participación local y una planificación global ante una crisis climática, energética y las «prácticas mafiosas de las eléctricas».
Sin embargo, las energías renovables van con retraso en Cataluña, sobre todo la eólica. Un marco legal restrictivo y la falta de acuerdo con el territorio y las administraciones locales paralizó la ejecución de muchos proyectos entre 2009 y 2019, lo que ha dejado atrás a la región en la carrera hacia la descarbonización. Ante esto, solo el 6% de la electricidad utilizada en Cataluña proviene del viento.
En 2021, la demanda eléctrica catalana alcanzó los 44.666 gigavatios hora (GWh), de los cuales 2.626 se cubrierona con molinos eólicos, según refleja un informe elaborado por el Observatorio de las energías renovables de Cataluña. Del total, apenas un 15% se generó a partir de fuentes renovables, siendo la hidráulica la que aporto más electricidad: un 8% del total. La energía nuclear proveniente de las centrales de Ascó y Vandellós sigue siendo la principal fuente de energía para la región.