Aragonès reitera sus líneas rojas sobre la reforma laboral pese a su cena con Díaz
La indemnización, las causas del despido o las autorizaciones de los ERE dificultan el apoyo de Esquerra Republicana a la reforma laboral en el Congreso
La cena que mantuvieron esta noche Yolanda Díaz y Pere Aragonès no ha permitido desencallar un acuerdo sobre la reforma laboral. El líder de Esquerra Republicana ha insistido en que la posición de su partido sigue estando «muy lejos» del decreto ley que ha presentado el Gobierno tras la negociación con patronal y sindicatos.
El presidente catalán ha asegurado que el encuentro con la vicepresidenta sirvió para hablar sobre «todo el contexto político» que abarca a sus dos equipos, pero que se mantiene en el ‘no’ a la nueva normativa laboral. «Es muy difícil porque nuestro planteamiento, y que compartíamos una inmensa mayoría de las fuerzas de la izquierda, era la derogación», ha afirmado en una entrevista en Televisión Española.
Aragonès ha lamentado que solo se hayan tocado algunos puntos de la normativa que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en el año 2012, pero que se hayan mantenido algunas cuestiones como las indemnizaciones, las causas de los despidos o el trabajo parcial. «No estamos ante una derogación, hay elementos parciales que se han derogado», ha justificado.
Una de las grandes críticas de Esquerra Republicana es que no se haya recuperado la autorización previa para que una empresa presentara un ERE, que sí que era necesaria antes del 2012. La anterior normativa dejaba en manos de los gobiernos autonómicos esta aprobación, de manera que se abría una ventana para poner sobre la mesa ayudas o incentivos con el objetivo de evitar un cierre.
Aragonès ha lamentado que esa condición ya no estuviera presente, por ejemplo, cuando Nissan comunicó el cierre de su planta en la Zona Franca. «Si hubiéramos tenido la capacidad de intervenir, el resultado habría favorecido la mediación, no solo para los trabajadores sino también a las empresas secundarias», ha afirmado.
El ‘no’ de ERC deja contra las cuerdas al Gobierno
Si finalmente Esquerra Republicana materializa su rechazo al decreto de la reforma laboral, el Gobierno se quedará sin uno de sus principales socios parlamentarios que le han sostenido a lo largo de la legislatura con sus 13 diputados y la reforma laboral que se ha negociado durante nueve meses con los agentes sociales podría quedar en agua de borrajas.
Aragonès ha mantenido esta postura a pesar de que su negativa podría implicar que se mantenga la reforma laboral del Partido Popular. «No puede irse siempre con la historia de que viene el lobo», ha justificado.
«Quien vota en el Congreso de los DIputados no son los sindicatos y la patronal»
El presidente de Cataluña, Pere Aragonès.
Al rechazo de la formación independentista se suman también las discrepancias que han manifestado otros de de los apoyos del Ejecutivo. Tanto el Partido Nacionalista Vasco (PNV) como EH Bildu han advertido que votarán en contra si no se introducen algunos cambios en el texto de la reforma laboral como la prevalencia de los convenios autonómicos. Algo que no está dispuesta a encajar la CEOE.
La única vía que se ha abierto camino en los últimos días es la de Ciudadanos que sí que estaría dispuesto a apoyar al Gobierno si se mantiene íntegro el texto que se negoció con los agentes sociales. En todo caso, la mayoría solo llegaría así hasta los 165 escaños, por lo que sería necesario al menos alguna abstención entre los socios nacionalistas.