Aragonès deja fuera las tesis de Borràs de la cumbre del catalán
El presidente de la Generalitat deja fuera de la reunión a las fuerzas políticas y pretende cargar toda la responsabilidad en los profesores para frenar el castellano en las aulas
Pere Aragonès deja fuera a los partidos políticos de la ‘cumbre del catalán’ y tampoco incluirá las tesis de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, para que sea el consejero de Educación, Josep González-Cambray, quien se haga cargo de la responsabilidad de los centros educativos. Aragonès tiene un plan para desobedecer la sentencia del Tribunal Supremo, que obliga a impartir el 25% de clases en castellano en las escuelas públicas de Cataluña, pero antes quiere escuchar este jueves a las entidades sociales y educativas para darle forma y presentarlo al resto de fuerzas. Aunque no lo parezca, ERC se juega votos con la inmersión lingüística y las elecciones están a la vuelta de la esquina.
En un principio, el Govern habló de incluir a las fuerzas políticas en la ‘cumbre del catalán’ que Aragonès celebra este jueves a las 18 horas en el Palau de la Generalitat con las entidades sociales y educativas que acudieron hace un mes a una primera reunión. Sin embargo y según ha podido saber Economía Digital, desde el propio equipo del presidente desaconsejaron la idea.
La inmersión lingüística «es un asunto difícil para posicionarse en Cataluña», aseguran fuentes del Govern a este medio, tras contemplar que ni los socios -ERC y Junts- se han puesto de acuerdo sobre cómo afrontar la desobediencia al Supremo. Por un lado, Borràs solicita que el consejero de Educación se haga cargo, como hiciera su homóloga ‘fugada’ tras el 1-O, Clara Ponsatí.
La CUP jalea la idea mientras en ERC no quieren ni escuchar a la presidenta del Parlament. «Se precisan soluciones efectivas y no inventos», contestó al respecto la portavoz del Ejecutivo catalán, Patricia Plaja. Lo curioso es que fuentes consultadas de Junts aseguran que tampoco «todo el partido está de acuerdo con Borràs», señalando a los consejeros de Junts en el Govern.
El malestar en Junts entre una facción (más cercana a Puigdemont) y otra de carácter más ‘moderado’ (dentro del independentismo de Junts) también se deja ver de manera interna. Mientras que Elsa Artadi defiende la tesis sobre la inmersión que plantea Borràs, consejeros del Govern siguen tachando la propuesta de «invento» y aclaran que no tenían «ningún conocimiento». «Muchos nos enteramos por la prensa», comentan desde una Consejería de Junts.
En ERC tampoco gusta la postura ambivalente que ha adoptado el PSC de Salvador Illa, cuando en algunos ayuntamientos votan a favor de la inmersión a la vez que apuestan por actualizar la norma en algunos aspectos. Por ello y para mostrar fortaleza, Aragonès no invitará a los partidos políticos a esta cumbre, sino que marcará la posición tras la negociación con las entidades educativas.
Así, solo está previsto que acompañen al presidente de la Generalitat en este cónclave: el vicepresidente del Gobierno y consejero de Políticas Digitales y Territorio; Jordi Puigneró, el consejero de Educación, Josep González-Cambray; la consejera de Investigación y Universidades, Gemma Geis y también estaba prevista la asistencia de la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, pero tras dar positivo por Covid se desconoce si podrá asistir vía telemática.
El Plan del impulso del catalán
Resuelto el problema de marcar la línea política por parte de Aragonès, cabe desentrañar el ‘Plan del impulso del catalán’, como lo denominan, que pretende ahormar el Govern respecto a la inmersión en Cataluña. Fuentes del Govern explican que el objetivo de la cumbre no es otro que «cómo dar respuesta a la sentencia judicial de la escuela de Canet y cómo promocionar el catalán en la escuela».
Desde Presidencia y también el propio consejero de Educación desechan las tesis de Borràs para emplearse a fondo en trasladar la responsabilidad de frenar el castellano en las aulas a los profesores.
El propio Cambray avanzó este miércoles en el Parlament: «Desplegaremos el plan de impulso de la lengua catalana en todos los centros. Alrededor de 120.000 profesionales recibirán herramientas y acompañamiento para que los proyectos lingüísticos se apliquen en todas las aulas». Se trata de una nueva ofensiva que la Generalitat pretende trasladar a los colegios, pese a la sentencia del 25% de castellano.
En el Govern tienen perfectamente identificado el discurso de la lengua con el independentista y la coletilla o mantra que la mayoría de fuentes políticas consultadas por este medio explican es que la protección del catalán «no será efectiva hasta que no se tenga un Estado propio«. Con esta afirmación, Aragonès acalla los discursos de Junts y de la CUP y, por otra parte, traslada toda la presión a los docentes hablando de «liderazgo compartido«.
Todo ello se verá reforzado con la participación de Aragonès y de varios miembros del Ejecutivo catalán en la manifestación del sábado de ‘Somescola’ ante el Palacio de Justicia de Barcelona para reivindicar la educación en catalán. «Llenemos las calles, ahora y siempre escuela en catalán», defendió este miércoles el propio Cambray.
Aragonès se juega votos con las elecciones a la vuelta de la esquina
Reforzado Aragonès como presidente, al imponer una propuesta por la inmersión al resto de fuerzas y responsabilizar a los profesores de la desobediencia frente a la sentencia del Supremo, queda explicar el verdadero temor de ERC y los votos que se juega con las elecciones a la vuelta de la esquina.
Y es que la inmersión lingüística podría dañar de lleno a ERC en las urnas. Cabe recordar que la estrategia de los republicanos en los últimos comicios se centró en «ensanchar las bases» para poder ganar terreno al PSC. Los de Oriol Junqueras lo consiguieron a medidas, porque el llamado cinturón rojo metropolitano de Barcelona se sigue resistiendo a los encantos del independentismo.
Sin embargo, pocos saben que la Consejería de Educación, en manos de ERC, elaboró un informe la pasada legislatura para actualizar el modelo lingüístico que se quedó aparcado en un cajón y la iniciativa en agua de borrajas. Los republicanos contemplaban reforzar el castellano en zonas donde se habla más catalán y viceversa. Una propuesta que formaba parte de esa ‘hoja de ruta buenista’ para ensanchar las bases del independentismo.
Un plan que, por otro lado, hubiera supuesto la animadversión directa de sus actuales socios con posiciones más radicales como Plataforma por la Lengua, la ANC o aquellos que llaman «colonos lingüísticos» a los castellanohablantes.
ERC no se quiere ver arrastrado por estas posiciones, pero tampoco se muestra dispuesto a dejar de ser el partido predominante del independentismo. La vuelta a ser los ‘segundones’ también murió. Por algo las fuentes consultadas del Govern se atreven a señalar a este medio: La inmersión lingüística «es un asunto difícil para posicionarse en Cataluña».
Pere Aragonès ha mantenido un perfil bajo en toda la polémica sobre la lengua. Hasta el momento, no ha acudido a Canet de Mar (Barcelona), donde sí ha estado el consejero de Educación.
A partir de este jueves y habiendo escuchado a las entidades educativas catalanas, el presidente de la Generalitat se tendrá que posicionar y exponer un plan al resto de fuerzas que encaje con la defensa del catalán, que alimente la desobediencia del independentismo y que siga ensanchando sus bases de cara a los próximos comicios. Se antoja complicado.