Aragonès se blinda por escrito contra las tutelas de Puigdemont
Junts y ERC ponen por escrito que el presidente de la Generalitat "solo responde por sus actuaciones políticas ante el Parlament"
El Consell per la República (CxR) ha sido uno de los grandes escollos en las conversaciones entre Junts y ERC. Ambos partidos han acordado la reformulación de este ente presidido por Carles Puigdemont con el objetivo de «situar en su marco» el «espacio de Coordinación, Consenso y Dirección» sin tutelas de ningún tipo al presidente de la Generalitat.
Así se recoge en el documento del pacto. Las funciones del CxR se circunscribirán únicamente la coordinación política entre actores –principalmente los tres partidos independentistas, ANC y Òmnium– para, y se remarca en repetidas ocasiones «desde el consenso», debatir y coordinar acciones de tipo político tanto en el ámbito social como desde las instituciones.
Uno de los puntos de conflicto era si el CxR debía someter de alguna manera al presidente de la Generalitat, algo que desde ERC se veía como una fórmula para corregir el resultado electoral. En este contexto, el documento del pacto recoge una suerte de inviolabilidad al mandatario catalán, que se compromete a rendir cuentas únicamente ante el Parlament.
«El presidente solo responde por sus actuaciones políticas»
«Coherentemente con lo expuesto anteriormente, el presidente de la Generalitat solo responde por sus actuaciones políticas ante el Parlament, en tanto que es la cámara que le ha otorgado la confianza y representa la voluntad de la ciudadanía de Cataluña», reza el texto dentro del punto introductorio, donde se recogen los principios del Govern de coalición.
La libertad de Aragonès y ERC también se circunscribe a una mesa de diálogo que Junts, partidaria de la desestabilización política, ha aceptado a regañadientes. El partido de Puigdemont ofrece «lealtad» en las negociaciones con Sánchez pese a su «escepticismo», lo que le permite a los republicanos explorar la vía de pacto con las formaciones de izquierda.
Esta cuestión se ha abordado este lunes en la presentación del pacto. Sànchez ha negado que la voluntad de Junts sea someter la presidencia de la Generalitat a una tutela desde Waterloo, pese a sus pretensiones de dilucidar que este órgano presidido por Puigdemont y con una clara mayoría de miembros favorables al expresidente formaran su gobierno.
Fotografía de unidad tras los desencuentros
Pere Aragonès y Jordi Sànchez han escenificado unidad este lunes con voluntad de “reconstruir” los puentes de dos socios cuya mala relación se remota al Govern anterior. El secretario general de los posconvergentes ha emplazado a “trabajar de verdad” en un Ejecutivo que se conjura para un nuevo embiste a medio plazo.
“Hemos tardado en llegar a un acuerdo. Tenemos acuerdo para arrancar la nueva Generalitat republicana“, ha lamentado un Aragonès que ha recordado que el pacto se ha dilatado “demasiado”. Ambos socios ponen el foco en el “consenso” entre socios, pero también a cinco en la estrategia independentista: ERC, Junts, CUP, y las dos entidades civiles (ANC y Òmnium).
Según ha defendido Sànchez, el acuerdo “acomoda las dos miradas mayoritarias del independentismo. Nosotros desde el primer momento asumimos que la presidencia tocaba a ERC y asuamíamos que su mirada estratégica que había de tener y han aceptado que nuestra mirada tenía que tener recorrido”.