Aragonès llevará la amnistía a su reunión con Sánchez por teléfono
El presidente de la Generalitat reconoce que los indultos "alivian el dolor de los presos" pero insiste en resolver el conflicto de la forma "más justa" posible
Aragonès no está dispuesto a ceder ni un milímetro en su solución para los presos independentistas. Aunque ha reconocido que los indultos que prepara Sánchez alivian el dolor de los condenados por sedición, ha defendido que trasladará a Sánchez en su reunión por teléfono que la única solución al «conflicto político» pasa por la «amnistía y la autodeterminación».
«No nos vamos a oponer a ninguna medida que permita hacer más llevadero este dolor que sufren todas las personas represaliadas», ha explicado Aragonès tras puntualizar que la solución que se tome sea»lo más justa» y se materialice «lo más pronto posible».
Fondos ‘Next Generation’
El nuevo presidente también quiere abordar con el presidente español la gestión de los fondos europeos por la lucha contra la pandemia ‘Next Generation’. El nuevo Ejecutivo tiene el reto de pone en marcha de nuevo la mesa de diálogo, el órgano con el que ambas partes esperan reencauzar la situación política en Cataluña.
Preguntado sobre si reunirá primero con Puigdemont en Waterloo o con Sánchez, Aragonès ha explicado que llevará a cabo los «contactos que hagan falta con la máxima agilidad y rapidez». El nuevo president también prepara contactos para reactivar el Acuerdo Nacional para la Amnistía y la Autodeterminación, que tiene que congregar a independentistas y entidades.
Aragonès también se ha pronunciado sobre el informe emitido por el magistrado Manuel Marchena en nombre del Tribunal Supremo sobre las peticiones de indultos a los presos independentistas: «Sigue la línea represiva de una causa general contra el independentismo».
Escenificar unidad tras años de ruptura
El nuevo presidente de la Generalitat ha querido trasladar imagen de unidad, con un Govern cambiado casi por completo y voluntad de trabajar de forma coordinada, tras meses de desencuentros entre ERC y Junts, así como las desconfianzas y la ruptura interna que sufría el Ejecutivo de Quim Torra.
Tras el discurso de esta mañana, donde ha agradecido el trabajo al Govern saliente –del que formaba parte como vicepresidente– ha querido trasladar una imagen de «continuidad institucional» tanto del gobierno de Quim Torra como del de Carles Puigdemont, cuyos miembros sufren «represión y exilio».
La toma de posesión del nuevo Govern se produce el mismo día en que el Tribunal Supremo ha emitido el informe donde se posiciona contra los indultos ante la falta de arrepentimiento de los reos. La decisión no es vinculante, pero sí que condiciona al Ejecutivo a la hora de poder otorgar una medida de gracia total.