Aragonès activa su ‘vía amplia’: inicia reuniones formales con Comuns mientras insiste con la CUP
El presidente constata su veto a pactar con el PSC pese a acceder a haber accedido a mantener la reunión cordial que le exigía Salvador Illa
Reuniones formales con la CUP y puerta cerrada al PSC. El president ha tenido este miércoles su primera reunión con los Comuns. Una negociación que ambas partes insisten en señalar que ha sido provechosa, y que permite a Aragonès a activar su llamada ‘vía amplia’, que incluye a la mayoría de su investidura –ERC, Junts y los antisistema– y a los morados.
Esquerra ha recogido el guante lanzado por Catalunya en Comú. El partido de Jéssica Albiach se había ofrecido a pactar las cuentas sin que su apoyo excluyera a la CUP. Desde los anticapitalistas, explican en que no ven problema en que el partido morado se sume, siempre que eso no interfiera en sus demandas –tanto económicas como políticas– al Govern.
El primer encuentro ha escenificado la buena sintonía entre el partido de Aragonès y el de Jéssica Albiach. Un encuentro que sigue sin asegurar al Govern que sus cuentas puedan pasar el primer trámite parlamentario: la superación de las votaciones de enmienda a la totalidad prevista para el próximo lunes 22.
Desde los Comuns, insisten en que lo importante es que los presupuestos sean transformadores y ven positivo que las cuentas tengan «el máximo apoyo posible». No ponen vetos a ninguna de las fuerzas políticas que sitúan en la izquierda, y eso incluye también a un PSC al que, de momento, Aragonès le mantiene la puerta cerrada.
El partido morado tampoco ha disipado dudas sobre si finalmente presentará la enmienda a la totalidad, con la que amenazaban si Aragonès no accedía a ponerse en contacto con ellos. «Los teléfonos están abiertos», aseguraron en una rueda de prensa 24h antes del primer encuentro, sin todavía noticia de que el Govern abría vía para contar con ellos.
Junts asume el ‘sapo’ de los Comuns
Un acuerdo que, aunque no ha sentado muy bien a Junts, parece que de momento no ha hecho llegar al sangre al río. El partido asume que es Pere Aragonès quien quería explorar esta vía, y que al final es su responsabilidad que las cuentas salgan adelante. No estarán como formación en las negociaciones, aunque lo disocian al papel que juegan como Govern.
Una presencia que confirman desde los Comuns, que asumen que se reunirán con los equipos negociadores tanto de Presidencia (ERC) como de Economía (Junts). Quien por parte de los morados será el que se encargue de gestionar el avance de las reuniones será el diputado Joan Carles Gallego.
Desde el Govern no ven a los Comuns como alternativa, sino como complemento. «La prioridad es la CUP», han dejado claro. Asumen que, tras la reunión, existe la posibilidad de hacer compatibles las peticiones de los morados con las de los antisistema, siempre remarcado que los segundos son la prioridad.
Pese a las discrepancias entre Junts y los Comuns, no ha sido la primera vez que ambos se entienden para aprobar unas cuentas. Los Presupuestos del año 2020, los únicos del mandato de Quim Torra, tiraron adelante gracias a los Comuns justo antes de la eclosión de la pandemia.
Aragonès se reúne con Illa con la puerta cerrada
Y todo mientras el PSC sigue picando a la puerta. Aragonès, tras la petición expresa de Illa de reunirse para hablar de los presupuestos, ha accedido a recibirlo en su despacho del Parlament. El encuentro, que fuentes parlamentarias insisten en que ha durado tan solo 23 minutos, ha servido para reafirmar las posiciones que ambos han mantenido en público.
Desde los socialistas tienen la sensación de que el encuentro ha sido provechoso, algo que rebajan desde el otro lado al tildar la reunión únicamente de cordial. El PSC no tira la toalla en erigirse como alternativa a la CUP, y todavía mantiene en secreto si finalmente presentará una enmienda a la totalidad.
La Generalitat tiene cuatro días para salvar el primer trámite, sin contar este jueves. De momento, intenta que la CUP retire la enmienda a la totalidad a la vez que gana tiempo con los Comuns. Una negociación a contrarreloj que tiene como límite para desencallarse hasta el próximo lunes.