El apoyo a la independencia cae al nivel más bajo en cuatro años
El CIS catalán constata un brusco descenso del apoyo la independencia de Cataluña: cae al 40,8%, mientras que los partidarios de la unidad suben al 53,9%
El último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) refleja una contundente pérdida de apoyos a la independencia de Cataluña. En estos momentos, los partidarios de que Cataluña sea independiente representan el 40,8% (prácticamente 8 puntos menos que en el último estudio de octubre). En contraste, el 53,9% rechaza la secesión, lo que significa un aumento de 10,3 puntos respecto al último dato y también la cifra más elevada desde que existe la serie.
El último sondeo del CEO, realizado en plena efervescencia del procés, concluyó que el 48,7% de los catalanes era favorable a la independencia, un porcentaje que se mantuvo estable durante todo el año 2017. La actual cifra del 40,8% no tiene precedentes desde que el CEO formula esta pregunta, cosa que comenzó a hacer una vez se puso en marcha el proceso soberanista.
Tampoco hay precedentes de una diferencia tan abultada entre partidarios y contrarios de la independependencia, que ahora se situá en más de 13 puntos. Cabe recordar que en diciembre de 2014 la situación era de empate técnico entre independentistas (45,3%) y defensores de la permanencia de Cataluña en España (44,5%).
Baja Junts per Catalunya; suben ERC y la CUP
El CEO también revela que el electorado catalán penaliza a Junts per Catalunya (JpC) por su bloqueo de la investidura al insistir en Carles Puigdemont como candidato. JpC bajaría de los 34 escaños obtenidos en las elecciones del 21 de diciembre a una horquilla de entre 29 y 31 representantes en el Parlament; mientras que ERC ganaría terreno y obtendría entre 33 y 35 diputados.
ERC y Ciudadanos empatarían a 33-35 escaños, de celebrarse elecciones hoy
Ciudadanos perdería entre uno y tres escaños, empatando con ERC, mientras el PSC bajaría y obtendría entre 15 y 16 diputados. Por último, Catalunya en Comú mantendría sus ocho diputados actuales, el PP obtendría entre 3 y 4 escaños y la CUP subiría de los cuatro escaños actuales a una horquilla de entre 7 y 8 representantes en el Parlament.