Àngel Ros respalda a Navarro y deja en evidencia al sector crítico del PSC
Los diputados díscolos asumen que deberán votar en contra de las resoluciones soberanistas
El PSC sigue el camino trazado en los últimos meses por su dirección. Esté equivocado o no, el partido no secundará las resoluciones soberanistas que vaya presentando el bloque independentista formado por CiU, ERC, ICV y la CUP, las formaciones que pactaron la pregunta y la fecha del referéndum de autodeterminación.
Y esa decisión del primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha acabado convenciendo a los diputados críticos que esta vez va muy en serio. Los diputados que voten en contra de las directrices de la dirección, en el pleno del Parlament del próximo jueves, el 16 de enero, serán expulsados del grupo parlamentario y formarán parte del grupo de no adscritos, ni siquiera podrán estar en el grupo mixto, que se forma al inicio de la legislatura.
Frustración de la sociedad catalana
Consciente de ello, y después de largas entrevistas con Pere Navarro en los últimos días, el colectivo de cinco diputados críticos con la dirección –Àngel Ros, Rocío Martínez, Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura– están asumiendo la nueva situación. Hasta el punto de que el alcalde Lleida, Àngel Ros, ha dejado claro que votar a favor de la resolución de CiU, ERC, ICV y la CUP, para pedir al Congreso que transfiera a la Generalitat la competencia para convocar la consulta, “no daría ningún resultado práctico y generaría frustración en la sociedad catalana”.
Es decir, Ros ya ha tomado la decisión. Votará, como aseguró este viernes, de acuerdo con la ejecutiva del partido, que se reúne este lunes. Esa ejecutiva no hará otra cosa que ratificar lo ya acordado en el último consejo nacional extraordinario por amplia mayoría: votar en contra de las resoluciones soberanistas, ya sean en el Parlament o en el Congreso, que previamente no tengan un acuerdo con el Gobierno central.
Decisión unánime
Ros, muy prudente en los últimos días, después de asegurar que desea ser de nuevo candidato a la alcaldía de Lleida, afirmó que espera y desea que la posición que acabe tomando el PSC el próximo jueves “sea unánime, por lo que no queda mucho espacio para otro sentido del voto que el rechazo a las tesis del bloque soberanista. Cualquier otra decisión, esta vez, será penalizada.
Fuentes de la dirección del PSC recuerdan, además, que la resolución del jueves 16 de enero se ha presentado como un proyecto de lectura única, por lo que no da pie a posibles enmiendas. Se vota sí, no o asbtención. Y el resultado en el Parlament dejará claro que existen dos bloques, los que desean convocar una consulta, y los que la rechazan: PSC, PP y Ciutadans.
¿En qué bloque está el PSC?
El problema para el PSC es que su posición es distinta a la de los últimos dos partidos. Lo que se pretende es acordar primero una posible consulta con el Gobierno central, y después buscar la fórmula para realizarla. El objetivo es que esa consulta llegara tras una reforma de la Constitución que solucionara el encaje de Catalunya en España.
El ejemplo de Ros, en todo caso, es muy sintomático. El alcalde de Lleida defiende que las diferencias internas son más acusadas en el seno de CiU que en el PSC. “En CiU hay discrepancias en políticas económicas y sociales, mientras que en el PSC sólo hay diferentes visiones de la política nacional y no divergencias en el modelo social y económico”.
Sin márgenes
De la misma forma, Ros criticó que CiU y ERC pretendan ir juntas a las elecciones europeas, cuando tienen proyectos políticos muy diferentes. Ros ha defendido que en esas elecciones, muy importantes para el futuro de Europa, se confronten proyectos sociales y económicos.
El PSC, por tanto, poco a poco, va estableciendo un nuevo cuerpo político, a pesar de que sigue cayendo en las encuestas. Navarro ha hablado con todos los diputados para hacerles ver que, esta vez, no hay márgenes.