Ander Gil, elegido presidente del Senado en segunda votación

El senador socialista Ander Gil, ha sido elegido presidente del Senado, en sustitución de la nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, en segunda votación del pleno de la Cámara.

El hasta ahora portavoz del PSOE en la Cámara Alta ha logrado un total de 132 votos, que blindan la mayoría simple requerida, después de que, en un primer intento y con el mismo respaldo, se hubiera quedado a tan solo un solo voto de la mayoría absoluta de 133 escaños necesaria para elegir presidente en primera instancia.

Ander Gil, el nuevo presidente del Senado, ha sido elegido en un pleno extraordinario, el cual se ha celebrado este mismo lunes, 12 de julio, a través de dos votaciones, ambas telemáticas y secretas.

La remodelación del Gobierno, anunciado este pasado sábado por el presidente, Pedro Sánchez, ha ocasionado una vacante en la presidencia del Senado, ya que Pilar Llop, que iba a ser reelegida en su puesto, ha recibido la cartera del Ministerio de Justicia, provocando, por lo tanto, que Gil ocupe su puesto.

Adriana Lastra, la actual vicesecretaria general del PSOE, ha estado presente durante la proclamación como presidente del Senado del hasta ahora portavoz del partido socialista.

Ander Gil animará el debate constructivo en el Senado

Además, el nuevo presidente del Senado se ha comprometido hoy mismo a favorecer el «debate constructivo» respetando al adversario «desde la razón de los argumentos», pues considera que es «la más poderosa herramienta» para luchar contra «la desafección política y el discurso del odio».

Ander Gil también ha exigido evitar «todo aquello que ofende y empobrece» el diálogo. El presidente del Senado ha recalcado ante el hemiciclo que «el bien será multiplicado» y a las más de 80.000 víctimas de la pandemia de la Covid-19 «les debemos sumar esfuerzos y afrontar nuestras legítimas diferencias con un objetivo inequívoco: el bien común, la convivencia».

Gil ha anunciado una «presidencia feminista» cuya estela en su compromiso contra la violencia machista se ha comprometido a continuar, hasta el punto de considerar una «prioridad institucional» combatir la violencia contra las mujeres.