Alfonso Rus pasa de cobrar dos millones de ‘pelas’ a la cárcel
El ex presidente de la Diputación de Valencia y 24 políticos más detenidos por amañar contratos
Alfonso Rus se hizo famoso por dos cosas: Por amenazar a Mariano Rajoy si no atendía las reivindicaciones de Valencia y por una grabación contando billetes hasta 12.000 € (dos millons de peles) que le había dado una tercera persona por una gestión.
Dos años después de esa grabación la Guardia Civil lo detenía ayer en su casa de Xátiva (Valencia) como resultado de la Operación Taula que también ha supuesto la detención de otra 23 personas, entre las que se encuentran altos cargos del PPCV como Máximo Caturla, Juan José Medina, David Serra, Emilio Llopis, Alfonso Novo, María José Alcón y otros siempre relacionados con este partido en Valencia.
En la relación de políticos citados se menciona a Rita Barberá, actual senadora del PP, y el también diputado popular Gerardo Camps. Todos ellos representan la generación Camps en la política valenciana.
Genio y figura
Rus, una de las personas políticamente más provocadora, con un lenguaje azote del PSOE y de los nacionalistas, anunció que se vengaría de quienes le montaron la encerrona de las grabaciones recogiendo el dinero. Pero en su momento fue eliminado de las listas municipales y autonómicas del PP y expulsado del partido. Y este partido fue derrotado en las elecciones municipales en la ciudad del socarrat.
Empresario del textil, electrodomésticos y mueble de cocina, era también presidente del equipo de fútbol Olímpyc de Játiva. Y siempre que podía, desde algunos de sus coches de lujo, se ufanaba de tener más dinero que cualquiera de los que se dedican a la política. Genio y figura.
Las líneas rojas de Fabra
Y en la última etapa del PP en la Generalitat plantó cara a Alberto Fabra por las líneas rojas que este impuso contra la presencia de imputados en el partido y en las listas electorales. Al final quedó claro el por qué de su postura. Aunque también quedaron las sospechas que las grabaciones y todo lo demás forman parte de las vendettas internas del PPCV. Siempre hay una mano que mece la cuna
Desde la Diputación de Valencia pagaba grandes campañas de publicidad en los medios locales, proyectó una cadena de TV después del cierre de Canal 9 y todos los sábados organizada unas comidas donde se reunía con los militantes de las comarcas. Y allí lanzaba discursos provocadores contra quién se pusiera enfrente.
De ejecutivo a hippy
El arranque de la Operación Taula fueron unas grabaciones de Marcos Benavent, el gerente de la empresa Inulsa, propiedad de la Diputación de Valencia, en las que se demostraba que una larga lista de políticos del PPCV habían cobrado a cambio de amañar contratos. Y así aparece la grabación de los «dos millons de peles».
Las grabaciones fueron a manos de Esquerra Unida del País Valencia que en el 2014 presentó una denuncia que ahora ha derivado en las detenciones. Por supuesto, como es habitual, todas las grabaciones se hicieron públicas incluso antes de tenerlas el juzgado.
Benavent desapareció del mapa y seis meses después reapareció con una larga barba blanca, vestido de hippy y alardeando de haber sido un drogadicto del dinero. ¿Por qué hizo las grabaciones y después alardea de su pecado? Ahora ha cumplido su venganza contra Rus y ha llevado a la UCO de la Guardia Civil hasta su casa.
Una larga lista de corruptos
Así que la Guardia Civil entró el martes en la casa de Rus, en todas sus empresas, en la sede del quipo de fútbol y en numerosos locales del PP en Valencia. También la sede de CIEGSA, la empresa pública encargada de construir colegios, Engloba, una empresa de comunicación y han pedido papeles de La Rambleta, una sociedad cultural. Total 33 registros. También se han intervenido 252 cuentas corrientes y 150 automóviles.
El PPCV se ha limitado a hacer público un comunicado en el suspende la militancia de todos los detenidos y encausados y pide que «si hay algún responsable que lo pague». Punto final.