Alcaldes del Pdecat piden al partido que pare los pies a Puigdemont
Dirigentes territoriales del Pdecat estallan a nivel interno después de que la Crida de Puigdemont se haya constituido como partido político
El riesgo de una abrupta ruptura en el universo postconvergente va en aumento. El último paso dado por la Crida Nacional per la República para inscribirse como partido político ha terminado de sulfurar a los dirigentes del Pdecat críticos con Carles Puigdemont, que quieren parar los pies de una vez al líder instalado en Waterloo (Bélgica).
Cuadros del Pdecat y, en particular, destacados alcaldes del partido se han dirigido al presidente del partido, David Bonvehí, para que ponga freno a la expansión de la Crida, que ya no se conforma con ser menos que un partido político y que, por tanto, amenaza con fagocitar a los herederos de Convergència.
Dirigentes del Pdecat contemplaban con escepticismo los planes de la Crida, pero optaron por la prudencia y por esperar a los acontecimientos. Ya han aguantado suficiente. Ahora, tras el registro de la Crida como en el registro del ministerio del Interior, creen que es el momento de tomar medidas y de recordar que los estatutos del Pdecat impiden la doble militancia.
Según las fuentes consultadas por Economía Digital, entre los alcaldes que lideran una ofensiva contra la Crida de Puigdemont están los siguientes: Marc Castells (Igualada), David Saldoni (Sallent), Jordi Latorre (Torrefarera), Meritxell Roigé (Tortosa), Montse Candini (Calella), David Font (Gironella), Lluís Solé (Deltebre), Marc Solsona (Mollerussa). Y también dirigentes del Pdecat de Barcelona como Genís Boadella (vicepresidente Pdecat Barcelona) y Anna Satorra (Pdecat Sant Andreu).
No están solos porque también en la dirección ejecutiva del Pdecat, compuesta por 26 personas, abundan las suspicacias con Puigdemont. Nadie las ha verbalizado con mayor contundencia que el responsable de Organización, Ferran Bel. «La dirección ejecutiva está muy dividida. Bonvehí no lo tiene fácil ahí», dicen voces del Pdecat.
La postura de Bonvehí
Nada de lo que está ocurriendo, de hecho, es una novedad para Bonvehí, que lleva tiempo lidiando con esta situación. El presidente del Pdecat se quedó al frente del partido tras el último congreso a petición del propio Puigdemont y ahora no lo está teniendo sencillo para soportar los embates de la Crida, puesto que en su propio partido hay figuras que aplauden el proyecto del líder huido.
El riesgo de escisión en el Pdecat es evidente y Bonvehí trata de evitarlo, pero asume la posibilidad con cierta frialdad. Fuentes del partido aseguran que el presidente está dispuesto a asumir la escisión y a reiniciar el proyecto del Pdecat desde una posición más minoritaria que la actual. «El Pdecat sería más pequeño, sí, pero sería un partido comprometido y no salpicado de desconocidos de la Crida», dicen.