La DGT advierte que si tienes alguna de estas enfermedades no podrás conducir
La Dirección General de Tráfico (DGT) señala que existen algunas enfermedades incompatibles con la conducción
Los conductores han tener unas capacidades «perceptivas, cognitivas y motoras mínimas» para ponerse al volante, tal y como remarca la Dirección General de Tráfico (DGT).
Teniendo en cuenta que para conducir es indispensable percibir y procesar los estímulos que se reciben para dar la respuesta necesaria, algunas enfermedades son incompatibles con la conducción.
Enfermedades que afectan a la atención y la memoria
Un claro ejemplo son las patologías relacionadas con la atención y la memoria. «Al conducir necesitamos atender a varios estímulos al tiempo, prestar atención a los importantes, obviar el resto y mantener esa atención un tiempo determinado», destaca el organismo.
Las personas con pérdida de visión pueden compensarlo con espejos retrovisores suplementarios
Por ese motivo, es necesaria la memoria tanto a corto plazo como a largo plazo, a la vez que es indispensable tener la capacidad de procesar esa información durante el periodo de tiempo que dirigimos el vehículo.
Para estos casos, la DGT recuerda que «alteración o deterioro de una capacidad se puede compensar o sustituir por otra, así como por adaptaciones en el vehículo o limitaciones en la conducción». Así, las personas con pérdida de visión pueden compensarlo con la colocación de espejos retrovisores suplementarios, por ejemplo.
Enfermedades progresivas
Tampoco son compatibles con la conducción las enfermedades progresivas. No obstante, el organismo puntualiza que no todas las patologías de este tipo deterioran de la misma forma la capacidad de ponerse al volante.
«El riesgo de accidente de quien sufre apnea del sueño es superior al de quien padece una patología cardiovascular», destaca.
Por ese motivo, hace hincapié en la importancia de que el conductor vaya adaptando sus hábitos de conducción a las nuevas condiciones psicofísicas.
Cuando no se pueden compensar las capacidades deterioradas por la enfermedad se debe dejar de conducir
Sin embargo, deja bien claro que habrá de dejar de conducir cuando no pueda compensar las capacidades deterioradas y la conducción suponga un riesgo tanto para él como para el resto de conductores.
Multas de hasta 6.000 euros
Cabe destacar que conducir con alguna de estas enfermedades no solo puede acarrear la retirada inmediata del carné de conducir, sino también puede conllevar el desembolso de una multa de hasta 6.000 euros.
En este sentido, conviene tener en cuenta que si el conductor necesita correcciones, adaptaciones o tiene alguna restricción a la hora de conducir, los agentes de tráfico pueden comprobarlo cuando solicitan el permiso de conducir, puesto que aparece indicado mediante letras y números.