Adolfo Suárez, «desenlace inminente»
Su hijo, Adolfo Suárez Illana, confirma el empeoramiento del estado de salud desde el hospital dónde su padre ingresó por insuficiencia respiratoria
El primer presidente democrático del Gobierno tras la dictadura franquista, Adolfo Suárez (Ávila—1932), encara la recta final de su vida. El «desenlace es inminente». Su hijo, Adolfo Suárez Illana, ha confirmado que «las expectativas son de 48 horas». El rey Juan Carlos y el actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (PP), han sido informados por expreso deseo del ex presidente. «Llevamos 11 años preparándonos para este momento», ha dicho el primogénito.
Suárez fue hospitalizado el pasado lunes debido a una infección respiratoria «considerada habitual en el proceso de enfermedad que padece», según informó en aquel momento la familia. Añadió que se iba a aprovechar esta hospitalización para realizar a Suárez un chequeo general para comprobar su estado de salud. No ingresaba desde diciembre de 2012.
La política española se prepara pues para honrar al hombre que desmontó el régimen franquista desde la propia Moncloa. El Rey le encargó la formación de gobierno antes de las primeras elecciones. Se convirtió en el segundo jefe del Ejecutivo del reinado. Por entonces, era un perfecto desconocido para la mayoría de los españoles.
Líder de la Transición
El 15 de junio de 1977, por primera vez en España desde 1936, se celebraron elecciones generales libres. Suárez se alzaba como vencedor de las mismas, al frente de un conglomerado de formaciones de centro, aglutinadas en torno a su persona, bajo las siglas UCD (Unión de Centro Democrático).
Las Cortes salidas de aquellas elecciones, convertidas en constituyentes, aprobaron la Constitución, refrendaba el 6 de diciembre de 1978. Hoy el debate político pivota en la conveniencia o no de actualizar el texto legal.
En 1991 dimitió como presidente del CDS, formación que creó tras dimitir del Gobierno en 1981. Suárez se retiró de la política y se dedicó por completo a su familia. El que fuera el principal artífice de la Transición padece desde hace años una enfermedad neurodegenerativa. Tiene 81 años.