Ada Colau promete papeles para todos los manteros
La alcaldesa de Barcelona se propone que los vendedores de 'top manta' dispongan de contratos temporales
Ada Colau quiere legalizar la situación de los manteros en Barcelona. La alcaldesa de la capital catalana quiere proporcionar permisos de trabajo temporal y más tiempo y flexibilidad para que puedan regularizar sus papeles. De esta manera, podrían acceder legalmente al mercado laboral.
Actualmente, el ayuntamiento tiene contabilizados unos 700 top manta, aunque los partidos de la oposición elevan la cifra a unos 2.000. Según Barcelona en Comú, el partido de Colau, más de 100 habrían encontrado una salida laboral con la creación de Diomcoop, la cooperativa que creó la alcaldesa junto a una quincena de ex vendedores ambulantes.
Los empresarios del sector del comercio y la hostelería no tardaron en criticar la relación de Colau con los manteros, que, a diferencia de aquellos empleados dentro del marco legal, no pagan impuestos y desafían la ley en reiteradas ocasiones.
Pese a que la legislación actual no permite la venta de productos ilegales en espacios públicos, los top manta continúan okupando zonas de la ciudad, normalmente turísticas. En ocasiones, esto genera inseguridad e incluso perjudica a dichos negocios, frente a lo que el Consistorio se mantiene impasible.
Colau ofrece ayudas de 12.000 euros
Frente al reproche de los empresarios, Colau respondió: «No es acertado comparar a los empresarios con los manteros que no tienen derechos de ciudadanía porque no tienen papeles». La alcaldesa culpó al gobierno de Quim Torra porque “ni está ni se la ve”, y al resto de administraciones, que “no tienen voluntad política”. Colau está decidida a premiar con ayudas de hasta 12.000 euros a los comerciantes y restauradores si extienden contratos laborales a los manteros.
Además, Colau afirmó que su gobierno ha liderado “la formación de un nuevo dispositivo de seguridad”, a partir del cual se ha evitado la invasión de los accesos centrales al metro, tren y ferrocarriles de la Plaza de Catalunya. A día de hoy, dichos accesos siguen exhibiendo un mercado camisetas, bolsos, gafas de sol y zapatillas deportivas de dudoso origen.