Este es el acuerdo ERC-CUP: renta universal, banca pública y remunicipalizar el agua
Los antisisema dan margen a Aragonès en las negociaciones con el PSOE para encontrar una solución al conflicto, aunque son escépticos
Esquerra Republicana y la CUP han hecho público esta mañana el detalle del acuerdo para facilitar la investidura de Pere Aragonès, un extenso documento de 16 páginas donde se aborda la agenda social e independentista del próximo mandato. Ambos partidos se comprometen a hacer una banca pública y a aplicar un modelo de renta universal en Cataluña.
Las medidas económicas, que dan un fuerte giro a la izquierda, dibujan implementación de un «plan piloto para determinadas franjas de edad» de una renta universal. En la primera fase, que será la de 2021, se estudiarán las mejores opciones de rentas sociales.
«Implementación de las mejoras y transformaciones acordadas en políticas de rentas sociales y del plan piloto de una renta básica universal por franjas de edad más vulnerables. Evaluaciówn de los impactos del funcionamiento y formulación de las propuestas para ampliarlas, si es el caso», explica el texto sobre las fases 2 y 3, de aplicación en 2022 y 2023
Banca pública y remunicipalizar el agua
Otra de las recetas económicas que ambos partidos han pactado es la creación de una banca pública: «Implementación de la Banca Pública a corto plazo. Seguimiento del proceso de obtención de ficha bancaria para la transformación del ICF». Además, piden un modelo «más democrático» en la normativa de entidades de crédito.
También se ha pactado que el ICF incorpore «la evaluación social y ambiental de la financiación del ICF«. En cuanto a los fondos europeos Next Generation, han hablado de «situar al ICF como banca de referencia a la hora de facilitar el máximo impacto económico, social y ambiental», así como la participación el Govern en proyectos estratégicos.
No es lo único que el Govern quiere controlar desde lo público. ERC y la CUP han pactado un proceso de remunicipalización del agua que acabe con las concesiones privadas y las empresas mixtas. También, la creación de una energética pública «capaz de incidir en todas las fases del sector eléctrico, para poder definir y planificar el modelo de transición energética».
«La CUP se compromete a dar cierto margen de tiempo»
El partido de Dolors Sabaté, aunque escéptico, se ha comprometido a dar margen a la mesa de diálogo para que pueda fructificar algún acuerdo político. ERC se ha comprometido a no dilatarla innecesariamente. En caso de fracasar las negociaciones, se han comprometido a un nuevo desafío al Estado, con otro referéndum tras el del 1-O.
«La CUP, desde la crítica y el escepticismo se compromete a dar cierto margen de tiempo a la Mesa de Negociación existente y no basará su apoyo u oposición al gobierno catalán en función de la existencia de la mesa. Ahora bien, la CUP mantendrá una posición de oposición clara al PSOE y en el gobierno de Madrid», recoge el texto.
Si la mesa fracasa o no llega a los acuerdos esperados, «la CUP y ERC nos comprometemos a generar las condiciones y los acuerdos necesarios para que podamos plantear una nueva afrenta democrática, durante esta legislatura, por la vía que el conjunto del independentismo valore como la más adecuada derivada», y se priorizará otro referéndum.
«La CUP y ERC nos comprometemos a generar las condiciones y los acuerdos necesarios para que podamos plantear una nueva afrenta democrática»
También hay guiños hacia Junts, sobre todo por lo que afecta a Laura Borràs. «Las dos fuerzas se comprometen a reformar el reglamento del Parlament para garantizar la soberanía de este, la plena consecución y el blindaje de los derechos materiales, civiles y políticos, hacer efectiva la igualdad y ser un muro contra el fascismo».
Críticas a los Mossos y el orden público
El acuerdo entre ERC y la CUP también cuenta con elementos que van en la línea de revisar el orden público: «Supresión de las pelotas de ‘Foam’ mientras no sea público el protocolo. Se exigirá que se haga un cumplimiento estricto y que no se vulneren los derechos fundamentales«.
Además, también se acuerda la «retirada de las acusaciones particulares contra participantes en movilizaciones sociales y políticas, exceptuando aquellas donde hayan lesiones a agentes acreditadas con certificado médico. A las actuaciones actuales y futuras, la personación de la Generalitat se limitará a casos de lesiones acreditadas«.