Accidentes y personal sin formación en el despliegue del nuevo servicio de las ambulancias catalanas
La UGT denuncia numerosas deficiencias en el transporte sanitario urgente, que se acaba de desplegar después de un polémico concurso con querella incluida contra el director del Catsalut
El concurso del servicio de transporte sanitario urgente ha sido el más importante de las últimas dos legislaturas en Cataluña, con un valor que supera los 2.000 millones de euros. También ha sido objeto de polémica, casi a la altura de la adjudicación de las aguas catalanas (ATLL). Finalmente, a mediados de enero se ha terminado de desplegar, con dos meses de retraso, pero lo ha hecho con numerosas deficiencias.
La UGT ha denunciado que el servicio se ha puesto en marcha con problemas en las ambulancias, las instalaciones y con personal que no estaba suficientemente formado, lo que ha provocado cinco accidentes en menos de dos meses, según el sindicato. Además, esta organización ha explicado que se ha despedido a 10 trabajadores y que no se ha renovado a profesionales que llevaban dos años en prácticas.
Deficiencias de todo tipo
Las deficiencias que apunta la UGT son de toda índole: los vehículos son totalmente diferentes a las anteriores y los profesionales que entraron de guardia el primer día no habían hecho suficientes prácticas con los nuevos coches. El sindicato vincula este hecho con los accidentes que ha habido, cinco desde noviembre.
Además de los coches, también se ha renovado el equipamiento electromédico, sin que los profesionales hayan recibido las horas de formación oportuna, según la UGT. Los técnicos de emergencias no tienen claras sus funciones, agrega el sindicato.
Por lo que respecta a las instalaciones, denuncia que muchas de las bases de las ambulancias no disponen del equipamiento necesario, como duchas, taquillas y comedor, e incluso algunas de ellas ni siquiera se han empezado a construir.
Caos también en el transporte no urgente
El mal funcionamiento del servicio de urgencias en su despliegue ha provocado deficiencias también en el transporte no urgente. La UGT asegura que se están usando ambulancias de un lote en otro, que los vehículos están llevando pacientes del Catsalut y de mutuas a la vez y que está habiendo un «degoteo» de despidos.
También denuncia cambios constantes en la programación de los traslados, con retrasos que han provocado casos de agresiones verbales de usuarios hacia los profesionales. La consecuencia ha sido que ya ha habido casos de bajas por ansiedad y depresión de profesionales de los servicios médicos.
Querellas contra el Catsalut
El Govern sacó a concurso el año pasado los 13 lotes del transporte sanitario urgente, pero las protestas por la adjudicación a un singular grupo danés obligaron a la Generalitat a rectificar. Aun así, la decisión final no satisfizo a muchas empresas, que ya denunciaban deficiencias y presentaron siete recursos ante el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic, un órgano dependiente de la Generalitat que los desestimó.
Por ello, dos empresas, Ambulàncies Reus y Consorci de Transport Sanitari (CTSC) Regió Girona, han presentado sendas querellas criminales contra el director del Catsalut, Josep Maria Padrosa, y otros responsables de la salud pública catalana por el presunto arreglo de la adjudicación de dos de los lotes: el de Camp de Tarragona y el de Girona.