34 muertos en los atentados en el aeropuerto y el metro de Bruselas
Los atentados en la capital belga se producen tres días después de la detención del yihadista Abdeslam
Dos explosiones destrozaron el martes por la mañana la zona de salidas del aeropuerto de Bruselas matando, al menos, a 20 personas. La fiscalía belga confirmó que se trata de atentados suicidas. Al poco, otra detonación sacudió una estación de metro en la capital del país dejando otras 14 víctimas. El balance provisional de muertos en los tres ataques se eleva a 34.
Los simpatizantes del Estado Islámico elogiaron en las redes sociales los ataques. «El Estado los obligará a reconsiderar sus métodos mil veces antes de que sientan coraje para volver a matar musulmanes, y sepan que los musulmanes ahora tienen un Estado que los defiende», espetó un partidario del grupo en Twitter.
A primera hora, las autoridades ya sospechaban de la autoría de las detonaciones. Hubo disparos y gritos en árabe antes de las dos deflagraciones en las terminales. Las primeras imágenes mostraban humo saliendo de la aeropuerto a través de las ventanas rotas y a pasajeros bajando a toda prisa por escaleras, algunos todavía con sus equipajes.
Todo el transporte público en Bruselas fue suspendido, como sucedió en Londres durante los atentados de 2005 en el metro, que mataron a 52 personas. El centro de crisis belga, claramente temiendo un nuevo incidente, hizo un llamamiento a la población: «Quédense donde estén».
Las explosiones en el aeropuerto y en el metro se produjeron cuatro días después de la detención en Bruselas de un supuesto participante de los atentados de noviembre en París en los que murieron 130 personas. La policía belga estaba en alerta ante cualquier posible represalia. El periodista de la cadena británica de televisión Sky News, Alex Rossi, que se encontraba en el aeropuerto, dijo que escuchó dos explosiones «muy, muy fuertes».
La terminal se «movió»
«Pude sentir al edificio moverse. También había polvo y humo (…) Fui hacia donde se produjo la explosión y había gente saliendo muy aturdida y conmocionada». Las explosiones provocaron preocupación en toda Europa, con el Reino Unido convocando una reunión de su comité de crisis. El Ejército holandés reforzó la seguridad en aeropuertos y fronteras y los principales aeropuertos de Londres, Heathrow, Gatwick, Stansted y City dijeron que estaban trabajando para proporcionar una alta presencia policial.
Imágenes de vídeo mostraron la devastación en la zona de salidas con planchas del techo y cristales esparcidos por el suelo. Algunos pasajeros salían de la terminal con sangre en la ropa. Un testigo dijo que las explosiones se produjeron en un mostrador de facturación. La estación de metro afectada por la explosión fue Maelbeek, cerca de las instituciones de la Unión Europea.
No hubo detalles disponibles de inmediato sobre víctimas en este segundo incidente de la mañana. La VRT dijo que la explosión se produjo en un vagón del metro. La Comisión Europea dijo a su personal que no saliera a la calle. Las ambulancias transportaban a los heridos y las sirenas sonaban por toda la zona.
Reacción de bolsas e inversores
El primer ministro belga, Charles Michel, aseguró: «Estamos siguiendo la situación minuto a minuto. Nuestra preocupación prioritaria son las víctimas y los que están en el aeropuerto». «Por ahora, pedimos a todos que eviten cualquier movimiento». El aeropuerto de Bruselas dijo que había cancelado todos los vuelos al menos hasta el miércoles y que el complejo había sido evacuado, mientras que los trenes hacia el aeropuerto fueron detenidos.
Los pasajeros fueron llevados a autobuses de la terminal para trasnportarles a una zona segura. Las tres principales estaciones de trenes de larga distancia de Bruselas fueron cerradas y se suspendieron los servicios en el túnel que atraviesa el canal de Londres a Bruselas.
Las bolsas europeas caían tras las explosiones, en particular las acciones del sector viajes, como líneas aéreas y hoteles, lastrando a los índices tras los recientes máximos de varias semanas. Activos considerados más seguros, como el oro y bonos gubernamentales, subían de precio.