14-F| Alarma en ERC: el PSC avanza y voces de JxCat defienden un pacto con socialistas
Junts per Catalunya sueña con vengarse de ERC, sus actuales socios de gobierno en la Generalitat. Dentro de JxCat hay voces que apuestan por un pacto con el PSC, como el que sellaron en la Diputación de Barcelona, pero esta vez para mantenerse ellos en el Palau de la Generalitat y echar a los republicanos.
Estas voces apuestan por pactar con el PSC en vez de con ERC. Dejarían su actual socio independentista para abrazarse a uno unionista. Por este motivo, para evitar que su lectorado natural les pase factura, no descubrirían esta carta hasta después de las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero (14-F).
En ERC son plenamente conscientes de esta jugarreta. Los dirigentes republicanos no descartan una traición de sus socios.
Si JxCat y el PSC sumasen sus fuerzas después del 14-F, puede ocurrir que ERC no encuentre suficientes apoyos –las encuestas presentan a los Comuns de capa caída– para superarles en número de escaños.
Los que defienden un pacto entre JxCat y PSC no confían en obtener la mayoría absoluta, pero sí la mayor mayoría simple.
Precisamente, esto es lo que ocurrió en la Diputación de Barcelona en julio del pasado año cuando PSC y JxCat cocinaron en el más absoluto secreto un pacto de gobierno que dio la presidencia a la socialista Nuria Marín.
Marín gobierna desde entonces la diputación más rica de España gracias a este gobierno en minoría con los independentistas de JxCat. Y gobierna con una pasmosa tranquilidad que solo se ha visto alterada por su declaración ante la UDEF, como detenida, por el escándalo del Consejo de Deportes de L’Hospitalet, ciudad de la que es alcaldesa.
En la Diputación Barcelona, el grupo de JxCat sufrió recientemente la escisión del Pdecat. De sus siete miembros, cuatro siguen encuadrados en JxCat (Carmela Fortuny, Ferran Mascarell, Neus Munté y Joan Carles García Cañizares) y los otros tres en el Pdecat (Pere Pons, Josep Arimany y Josep Tarín), pero esto no ha supuesot ningún apuro para el gobierno provincial.
En ERC esperan que el Pdecat acabe jugando a su favor. De momento, las encuestas no les dan ningún diputado, lo que significa que restarán potenciales voto que, de otra forma, irían a la lista que encabeza Laura Borràs.
Las voces que juegan la carta del pacto con el PSC estarían dispuestos a que, la formación más votada de las dos, se llevase la presidencia. Confían en situarse por delante del socialista Miquel Iceta, pero no desdeñarían la vicepresidencia del gobierno catalán.